El futuro ya está aquí



Por Alfredo Jocelyn-Holt, historiador

Son tan disparatadas las expectativas cifradas en el próximo gobierno que, a pesar de las razonables dudas al respecto, hay quienes optan, incluso, por doblar la apuesta y exclaman que “the future is now”. La frase, mejor dicho eslogan, se remonta a los años 1970, quizás a los 50 (de hecho suena a “Mad Men”). ¿No será, entonces, que los subidos por el chorro se están sumando a un futuro que hace rato “ya fue”?

Es que, fíjese, desde hace años que la izquierda en mi universidad se pasa organizando seminarios “imaginando futuros” que no consisten en otra cosa que promover la causa indígena, feminismo y disidencias. Por tanto a esa gente no le cabe ahora sino administrar lo sembrado y cosechado a buen recaudo. En cambio el CEP, al que le ha dado estos días por “futuros posibles”, como que llega algo tarde con aspavientos; más parecido lo suyo a “en busca del tiempo perdido” que hacerse del “futuro ya”. Y lo que es, que Icare proponga que Boric sea “el primer Presidente del futuro y no el último del pasado” suena -no quisiera pensarlo, pero la impostación se nota forzada- a rendición incondicional. Tras dos administraciones afines a sus ideas, vienen a decirlo ahora, no respecto a Piñera, sí de Boric: harto extraño.

Y, eso que -reitero- todo esto de que el futuro “is now” no es sino cuento añejo. Cuando decidí escribir sobre este asunto revisé ese bestseller de 1970, Future Shock de Alvin Toffler, y -vea usted- las páginas finales (Parte Seis: Estrategias de Sobrevivencia), justo al cierre, al hablar sobre “democracia anticipada”, me trajeron a la memoria a nada menos que… Eugenio Tironi. ¿Se acuerdan de los “cabildos”, los ELA que el ubicuo publicista-sociólogo tanto celebró, amén de los más de $2 mil millones para el proceso constituyente de Bachelet II, y que ahora último se han transfigurado en Convención Constitucional? Pero, si lo que proponía Toffler en 1970 era lo mismo: encauzar vagos “indicadores sociales”-síntomas de un shock futuro- en “futuros alternativos” mediante asambleas, participación ciudadana no elitista, y plebiscitos, en suma, democracia directa. ¿Es esta la anhelada revancha del progresismo local a lo descrito por la periodista Naomi Klein en The Shock Doctrine (2007)?

Un último dato para que le demos una vuelta. Boric y su entorno están ahora “en otra”, ¡reculando hacia el pasado! Cuando el presidente electo fue proclamado por el Tricel, días atrás, se identificó con O´Higgins, Carrera y Alessandri Palma firmando la Constitución del 25, y también con “la revolución del 24″ (s. XX) y “del 59 en el siglo XIX”. Sin reconocer, eso sí, que invocaba a tres dictadores, y una serie de momentos posibles gracias a notorias intromisiones militares. De ahí que surja otra duda: ¿es que con ello se pretende escribir o reescribir la historia? (Noticia en progreso).

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