El gran reseteo laboral

Trabajadores del restaurante Valentini's Pizzeria de Concon, reordenan sillas siguiendo las normas de distanciamiento como parte de un plan piloto para reabrir el comercio gastronómico de la zona. FOTO: LEONARDO RUBILAR CHANDIA/AGENCIAUNO

No basta con que la alta dirección de las empresas y las autoridades de gobiernos nos entusiasmemos con el cambio climático, la transformación energética y la economía circular sin que estos desafíos sean incorporados en toda su magnitud entre trabajadores y servidores públicos.



En momentos en que la crisis sanitaria se intersecta con la transformación digital más profunda de los últimos tiempos, el foro económico mundial (WEF) publica un detallado informe en donde se profundizan los efectos sobre el trabajo, en un contexto cuya profundidad y rapidez no tiene precedentes documentados en la historia moderna. Los estudios proyectan que entre el 2020 y el 2025 ochenta y cinco millones de puestos de trabajo serán desplazados, requiriéndose al mismo tiempo un fuerte impulso para la recapacitación de aproximadamente el 50% de la fuerza laboral activa. Pero mirando el vaso medio lleno, los mismos estudios estiman que aproximadamente 97 millones de puestos de trabajo serán demandados para abordar un nuevo tipo de interacción entre personas, máquinas y algoritmos.

En este momento, es fundamental entender que más que un retorno al trabajo tendremos que llevar adelante un sostenido proceso de ajuste, donde las decisiones que tomemos hoy van a afectar fuertemente a las generaciones que vienen. La adaptación a estos nuevos desafíos laborales requerirá más que nunca de la colaboración y articulación del sector público con el privado para entregar tanto habilidades como pensamiento crítico, innovación y capacidad de resolver problemas, como aprendizaje activo, tolerancia al estrés, resiliencia y flexibilidad. Gobiernos, gremios y empresas tendremos que promover la reconversión, la capacitación y el desarrollo de estas habilidades pues la preparación de los trabajadores será la herramienta más efectiva para que como país avancemos hacia una verdadera recuperación con adaptabilidad.

No basta con que la alta dirección de las empresas y las autoridades de gobiernos nos entusiasmemos con el cambio climático, la transformación energética y la economía circular sin que estos desafíos sean incorporados en toda su magnitud entre trabajadores y servidores públicos. En pocas palabras, la sustentabilidad laboral -definida como el conjunto de habilidades y atributos requeridos para sostener las oportunidades del futuro- se transforma en el hilo conductor de todo propósito empresarial que vigoriza no solamente una empresa y su territorio, sino que se torna en una ventaja competitiva para la recuperación de toda la cadena de valor de una industria y país que la sostiene.

-El autor es consejero Sofofa

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