El voto como crítica



SEÑOR DIRECTOR:

Ya se ha dicho muchas veces, pero vale la pena reiterarlo: la aplastante victoria del Partido Republicano en las elecciones de constituyentes no debe verse como el apoyo de la ciudadanía a las ideas de la derecha, si no como un rechazo transversal a la gestión del gobierno.

Este fenómeno ilustra muy claramente un grave error conceptual en el diseño de nuestro sistema electoral, particularmente en el caso de las elecciones parlamentarias. El sistema actual de representación proporcional nace del supuesto de que el votante se identifica con un partido y se casa con un programa. Así, los votos que le “sobran” a los candidatos que resultan electos se reasignan a otros candidatos del mismo pacto para que no se “pierdan”. Sin embargo, como advierte Karl Popper, y como vimos este fin de semana, el voto no es una muestra de apoyo si no una herramienta de crítica. El objetivo de la democracia es, antes que cualquier otra cosa, permitirle al país remover malos actores de sus cargos de poder.

Creo que esta es una buena oportunidad para darle otra mirada al sistema inglés, de votación mayoritaria uninominal, donde el objetivo de las elecciones es corregir errores, prevenir el estancamiento y fomentar el progreso del país desde la política.

Diego Cathalifaud

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