Equidad de género en universidades



SEÑOR DIRECTOR

Haciéndose eco de la opinión pública, resulta comprensible la actitud del Ministerio de Educación, en el sentido de denunciar que en los consejos directivos de las universidades no hay suficiente integración por parte de representantes mujeres. Sin embargo, este tema no puede exigirse de la noche a la mañana.

Generalmente, un representante que integra un consejo directivo o superior es un trabajador que ha tenido una trayectoria extensa y destacada dentro de la institución y que, en el caso de los académicos, ha llegado a la categoría de profesor asociado y titular. Por consiguiente, tenemos que abordar el problema de la igualdad y equidad de género desde su raíz.

Se hace necesario trabajar primero un acceso equitativo de género a los concursos académicos, con igualdad de oportunidades, que luego implica también generar facilidades y condiciones adecuadas para conciliar la carrera académica con la maternidad. Y, finalmente, debemos generar oportunidades igualitarias en el acceso a los consejos superiores.

La Universidad Católica de la Santísima Concepción tiene camino avanzado en esta materia: somos una de las pocas universidades (por lo demás, admirada en el Cruch) que ha desarrollado una política no escrita de paridad de género. Así, a nivel de decanos, cuatro de los ocho integrantes son mujeres; y luego, esto continúa en la dirección superior, donde tres de los seis cargos, también lo son.

Cumplimos con la exigencia de la ministra de Educación, hecho que corresponde valorar y destacarlo. Por último, estimamos que los llamados de equidad de género siempre son un tema de respeto hacia la dignidad de las personas, y de otorgar igualdad de oportunidades sin prescindir de una cultura de méritos.

Christian Schmitz Vaccaro

Rector UCSC

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