Estado de emergencia: una necesidad



SEÑOR DIRECTOR

El terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado en la macrozona sur es la razón de ser del Estado de Emergencia decretado por el Presidente Piñera. Ello constituye una grave alteración del orden público que afecta desde hace mucho tiempo a familias mapuche y no mapuche. Justificar o relativizar esa violencia es inaceptable para nuestra democracia.

Días atrás, una de las orgánicas radicalizadas y terroristas que operan en la zona, la Weichan Auka Mapu, se jactaba de su poder de fuego con una gran cantidad de armas y municiones de guerra desafiando al Estado de Chile y exigiendo precisamente que el Estado de Emergencia terminara. Misma orgánica que ejerce el terror en la Ruta P-72 entre Cañete y Tirúa y que se adjudicó el atentado reciente de Carahue con la quema de 10 cabañas, vehículos y disparos afectando la integridad física y psíquica de niños y familias completas, “reivindicando” la libertad de personas como Luis Tranamil, en prisión preventiva por el asesinato del Cabo Naín y Emilio Berkhoff, en la cárcel por tráfico de drogas (850 kilos de pasta base). Esa y otras orgánicas son responsables de homicidios, ataques armados y atentados incendiarios a personas inocentes instrumentalizando las legítimas demandas del pueblo Mapuche para encubrir sus lucrativos ilícitos como el tráfico de droga, robo de madera, tráfico de armas y el robo de vehículos, entre otros.

Las Fuerzas Armadas colaboran en la logística, transporte, tecnología y vigilancia con las policías sin reemplazarlas, trabajo conjunto que unido a la mayor presencia del Estado en base a diversas estrategias complejiza enormemente el actuar terrorista y del crimen organizado. Al día 20 del Estado de Emergencia los hechos de violencia se habían reducido un 65%, los atentados incendiarios un 48% y las usurpaciones un 88%. A la fecha van más de 70 detenidos. Por ello las orgánicas radicalizadas y terroristas buscan que el Estado de Emergencia termine “exigiéndolo” así en múltiples atentados.

Disponer de todas las herramientas del Estado para ir en ayuda de quienes más lo necesitan enfrentando decididamente el terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado no es una opción, es un deber. Ponerse en el lugar de los que sufren la violencia en la macrozona sur es un imperativo y la prórroga del Estado de Emergencia una necesidad.

Pablo Urquízar M.

Coordinador Nacional de Seguridad de la Macrozona Sur

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