“Fahrenheit 451”



SEÑOR DIRECTOR

Al igual que en la sociedad totalitaria descrita en la novela distópica de Ray Bradbury publicada en 1953, donde se describía una sociedad en la que bomberos quemaban libros en vez de apagar incendios, asistimos hoy asombrados y con creciente desesperanza a la entronización de la misma intolerancia, la prepotencia y la violencia, como expresión ciudadana de descontento o rechazo a nuestra institucionalidad, en la que quemar “aquello que no me gusta”, simplemente se normaliza.

Incendiar infraestructura pública y privada debiera horrorizar y generar el rechazo irrestricto de toda la sociedad, especialmente de los llamados a dirigir o iluminar nuestro futuro como nación.

Lamentablemente nuestros líderes políticos y sociales muchas veces relativizan y hasta justifican estas acciones basados en oportunismos políticos, llegando algunos al exceso de proponer indultar a sus autores. Otro tanto ocurre a quienes ejercen el orden público y seguridad de nuestros territorios: no logran dar con fórmulas eficaces para contenerlos debidamente y se limitan a condenar enérgicamente estos hechos.

Recuperar la cordura, el respeto por el prójimo, por nuestra convivencia pacífica, por lo ajeno, por nuestro patrimonio urbano, rural, cultural y social, cada día será más difícil en este clima confrontacional y cortoplacista, arriesgando temerariamente a que el fuego termine arrasando con nuestra coexistencia civilizada.

Confío que nuestra nación y en especial nuestra clase política despierte su conciencia, su lucidez y su bondad, que se inspiren en Guy Montag, el bombero rebelde de la novela y se unan en el objetivo de hacer nuestro país una mejor nación. Somos perfectamente capaces de hacerlo y no necesitamos más incendios para lograrlo.

Ignacio Hernández

Past president

Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA)

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