Festivales seguros


SEÑOR DIRECTOR

En Barcelona, la industria de la música en vivo ha sido pionera en la creación de instancias seguras para sus asistentes a partir de la crisis creada por la Covid-19. Agentes de empresas relacionadas con música, cultura y arte se asociaron a hospitales universitarios para realizar ensayos clínicos en conciertos pilotos de 1.000 y 5.000 personas, teniendo bajos resultados de positividad.

Este fin de semana, la experiencia se amplió a más de 50.000 espectadores con un evento de tres días sin distancia social, en el cierre de una serie de festivales que se han realizado este verano y que marcarán referencias para que estos eventos sean espacios seguros. Los asistentes debimos someternos a un test de antígenos y solo con resultado negativo pudimos ingresar al festival. Para esto, la producción gestionó cribados masivos y un eficiente dispositivo tecnológico para la entrega de los resultados. Se detectaron 289 casos positivos.

Vincular estos festivales musicales al incremento de casos en Cataluña no se condice con el alza de contagios, como sí ocurre en las “largas jornadas de fiesta”. Principalmente, porque se desarrollaron en un ambiente controlado y con un permanente uso de mascarilla.

Tal como en Cataluña, urge que las autoridades chilenas faciliten y brinden el apoyo necesario al sector para ejecutar pruebas que ayuden a reactivar la industria con protocolos claros, que den la seguridad necesaria para volver a disfrutar de la música en vivo.

Gonzalo Tapia Estay

Máster en Music Business

Universidad Pompeu Fabra

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