Fin a los mitos



Por Juan Carvajal, periodista y ex director de la Secom

Hoy comienza la campaña publicitaria para difundir las posturas de “Apruebo” o “Rechazo” en torno al plebiscito del 25 de octubre próximo. Una vez más, se comienzan a escuchar frases que extreman y polarizan las opciones, en un recurso publicitario fácil, pero extremadamente dañino para la convivencia democrática, particularmente en situaciones complejas como las que vive Chile después del 18 de octubre.

No es la primera vez. En las pasadas elecciones presidenciales, la amenaza era el “Chilezuela”. Hace unos años, en la discusión sobre la ley del divorcio, el argumento alarmista era que se destruiría la familia, cosa que no ocurrió. En el caso de la ley del aborto por tres causales, se anunció que veríamos un aumento escandaloso de mujeres interrumpiendo sus embarazos, lo que tampoco ocurrió. No fue distinto en casos como la píldora del día después y otros tantos.

Lo mismo sucedió con la ya conocida discusión en torno al 10% de las AFP. Hubo anuncios grandilocuentes sobre los desastrosos efectos para la economía nacional si se aprobaba esa ley. El resultado: las AFP (con algunas excepciones) tuvieron la oportunidad impensada de mostrar una gestión rápida, transparente y expedita, además de una vocería proactiva y cercana. Pero, además, la mayor liquidez de los consumidores terminó arrojando un verdadero salvavidas a una economía paralizada y en su peor momento por efecto de la pandemia.

Lo que se alimenta con todo esto son precisamente las visiones polares de la sociedad. Lejos de impedir el caos o la violencia con conductas o campañas como las descritas, lo que se incentiva son las posturas extremas, es alejar a los conglomerados sociales de la búsqueda de encuentros o de la práctica de la tolerancia. Así a lo menos se constata en el caso del acuerdo que se logró con el machi Celestino Córdova para que depusiera el inicio de su huelga seca. Allí, quienes adscriben la violencia asaltaron y quemaron un camión, hiriendo a una niña de 9 años, para hacer fracasar el diálogo. La misma intención demuestra el sector de camioneros que anuncia una huelga que impediría el abastecimiento de productos básicos, a una población que sufre los rigores del Covid-19.

La reciente encuesta Espacio Público-Ipsos arrojó datos sustantivos de la percepción ciudadana en torno al plebiscito. El 78% indica que votará en cualquier circunstancia, 85% respalda garantizar la votación de personas con Covid-19. Asimismo, la encuesta revela que, en general, la ciudadanía tiene una idea positiva sobre una nueva Constitución (65%), y que piensa que traerá cambios favorables para la democracia en Chile (61%).

Esta oportunidad de cambio, que la gente siente mayoritariamente como positiva, debería entenderse como una gran oportunidad para dotar de nuevas energías a una ciudadanía descreída de todo, como un envión que ayude a recuperar las confianzas y, por sobretodo, como un momento propicio para reinstalar la convicción democrática, el compromiso y respeto por la institucionalidad, y la tolerancia y aceptación de la diversidad.

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