A grandes problemas, grandes innovaciones

A propósito de los últimos acontecimientos que hemos vivido en nuestro país, hoy los emprendedores y las Pymes están en el foco de atención… y no solo por haber sido de los sectores más afectados por el impacto en ventas que han sufrido estos días.

Quienes trabajamos en el ecosistema de emprendimiento e innovación, sabemos que los grandes problemas sociales de nuestra era se pueden resolver con grandes innovaciones. Solo por dar un ejemplo, hasta ahora podíamos tener a un organismo como el Ministerio de Vivienda entregando viviendas sociales. No obstante, para abordar la segregación social, es imperativo que esto se haga de forma integral, con políticas coordinadas que impliquen mejor transporte, espacios públicos, inversión y redes. Sin ir más allá, una oficina de arquitectos chilena llamada Elemental (dirigida por Alejandro Aravena) logró implementar soluciones al tema de la vivienda social en Chile y Latinoamérica.

En este sentido, los emprendedores que innovan en procesos, modelos de negocios o productos son quienes están llamados a ofrecer una nueva mirada que es interesante de considerar hoy. Porque son instituciones con organizaciones livianas y centradas en los usuarios o clientes, con foco en servicio, y un alto grado de empatía ante distintos problemas que vale la pena resolver. Desde ese punto de vista, podrían ser actores de grandes cambios sociales que deberíamos hacer en el marco de la economía circular, la economía colaborativa y la economía digital.

El Estado tiene hoy el deber de poner a las personas en el centro, principalmente con el propósito de escuchar sus necesidades y demandas. Si todo el país está llamado a construir esta nueva etapa juntos, sugiero poner atención al aporte que los emprendedores de base tecnológica y digital puedan hacer a la sociedad. Ellos tienen el músculo armado para entregar soluciones radicalmente distintas y que puedan cambiar la realidad de una ciudad, un país o un continente completo. En los próximos 20 o 30 años veremos soluciones a problemas complejos que nunca pensamos ver, y probablemente no provendrán de grandes corporaciones ni de Estados progresistas, sino de visionarios que con hambre, tecnología y un modelo de negocios transformarán nuestra manera de vivir.