Grupo de Lima y Venezuela



SEÑOR DIRECTOR

Hoy se cumple una parodia política, en la que Nicolás Maduro pretende instalarse como presidente de Venezuela para un segundo mandato.

La OEA, EE. UU., la UE y el G 20 han desconocido la legalidad de las elecciones del 20 de mayo pasado, considerándolas fraudulentas y de carecer de legitimidad democrática.

La resolución adoptada por el Grupo de Lima, con la participación de Chile y la marginación de México, declaró ilegítima la reelección de Nicolás Maduro y lo insta a no asumir el poder, transfiriéndolo provisionalmente a la Asamblea Nacional, único órgano elegido democráticamente, en diciembre de 2015, hasta que se realicen nuevas elecciones.

También da cuenta de la profundidad de la crisis política, económica, migratoria y humanitaria que afecta a Venezuela, con repercusiones más allá de sus fronteras y la agudización del quiebre democrático, que ha devenido en un "estado falllido".

La resolución apunta además a revaluar el nivel de las relaciones diplomáticas con Venezuela, e impone sanciones diplomáticas y financieras a funcionarios del régimen. Insta a otros países a apoyar el requerimiento ante la Corte Penal Internacional, que investiga delitos de lesa humanidad, y urge al régimen a permitir la apertura de un canal humanitario internacional para el ingreso de alimentos y medicinas.

Los países del Grupo de Lima, la OEA y la UE han llamado a una salida pacífica e institucional vía elecciones, teniendo presente que no se avizora una solución militar a la crisis.

Valoramos el rol del Grupo de Lima en defensa de la democracia y los derechos humanos, ejes conductores de nuestra política exterior.

Nelson Hadad

Jaime Abedrapo

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