Hacia la paridad política en Chile

Ximena Ossandón
Hoy las diputadas RN, lideradas por Ximena Ossandón, desplegaron claveles y guardaron un minuto de silencio por las dos últimas víctimas de femicidio, una de ellas, militante del partido en Arica.


Debemos seguir avanzando hacia un nuevo equilibrio social y político entre hombres y mujeres. Desde el punto de vista político, esto significa relevar el propósito de una democracia paritaria; es decir, que hombres y mujeres estén representados de forma paritaria en todos los espacios de representación política, en los poderes del Estado en todos sus niveles.

En sintonía con este objetivo, la Cámara de Diputados aprobó la idea de legislar del proyecto que busca materializar una ley de cuotas de género en las elecciones de gobernadores regionales, alcaldes y concejales. Como ONU Mujeres apoyamos la aprobación de este proyecto, que asegura la presencia de candidatas mujeres y facilita el acceso a condiciones más igualitarias a los espacios de poder y representación política.

Se trata de un avance importante, que desafía a todos los sectores políticos a avanzar desde este primer paso a una paridad total, orientada al logro de una igualdad en la representación de mujeres, no solo de las candidaturas, sino en todos los aspectos de la vida política.

La paridad no es un objetivo meramente formal: es un mecanismo para impulsar cambios sociales urgentes desde la perspectiva de género, que son claves para toda la humanidad y que permitirán mejorar y profundizar nuestra democracia, facilitando el desarrollo de nuevos tipos de liderazgos, que equilibran los roles masculinos y femeninos en la política, y superan la lógica tradicional masculina.

La experiencia muestra que la participación de las mujeres en los espacios de decisión es crucial para que se aborden efectivamente temas como la violencia de género, la salud sexual y reproductiva y políticas para generar empleo y autonomía económica de las mujeres, entre otros. En este sentido, una democracia paritaria permite que las prioridades y preocupaciones de las mujeres sean garantizadas en las políticas públicas. Las mujeres representan más de la mitad de la población y la democracia debe disponer de mecanismos para que esa mitad esté representada en la administración de los países, las regiones y las comunas. Por el contrario, su infra-representación en los puestos de decisión, impide asumir plenamente los intereses y necesidades del conjunto de la sociedad.

Más mujeres ocupando altas responsabilidades en los gobiernos regionales y locales tiene, además, una efecto multiplicador para el empoderamiento de la mujer en general, por el mayor nivel de incidencia directo en sus vidas y porque se generan espacios más eficaces para la erradicación de los prejuicios discriminatorios contra las mujeres.

Esperamos que la discusión de este proyecto s llegue a buen término, lo que permitirá equilibrar el número de candidatos y candidatas para las elecciones municipales y de gobernadores regionales. Pero lo más importante, es que este debate sea una oportunidad para relevar en el país la importancia de la representación política de las mujeres, para avanzar a una democracia paritaria, más justa e igualitaria, que nos ayude a hacernos cargo de los derechos de las mujeres en Chile.

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