Imacec: una señal de cautela

Imacec

Si bien hay factores que auguran un 2021 de alto crecimiento, hay otros que deben servir para mantener la cautela tanto de las autoridades como del sector privado.



En los últimos días hemos conocido los primeros datos oficiales de actividad del año. Ayer el Banco Central publicó el Imacec, con un registro (-3,1%) que sorprendió al mercado y que nos recuerda que la recuperación económica sigue dependiendo de múltiples factores y enfrenta riesgos diversos.

En el resultado de enero incidió negativamente la caída del sector Servicios (-6,3%), que profundizó su retroceso interanual en relación a los meses previos. Industria (-1,8%), Minería (-1,5%) y el ítem Resto de bienes (-3,4%, arrastrado por el mal resultado del sector Construcción) también aportaron a la caída agregada de la economía. El único sector que anotó un alza fue Comercio (+8,8%), el que, no obstante, muestra una ralentización en contraste con los meses previos, lo que sugiere que los efectos en el consumo de los retiros de fondos de las AFP se están disipando.

El mercado laboral, por su parte, ha dado muestras de una recuperación rezagada. El desempleo se mantiene sobre los dos dígitos -en el trimestre noviembre-enero alcanzó a 10,2%-, y la recuperación marginal exhibida desde el punto más bajo se ha ido atenuando. Más de la mitad de los empleos recuperados desde julio son informales y la tasa de participación, pese a que se ha recuperado desde su punto más bajo, sigue lejos de sus niveles prepandemia.

El mal desempeño de la economía de enero no debe, sin embargo, extrapolarse. No solo porque ese mes enfrentaba una alta base de comparación -la que seguirá presente en febrero-, sino porque los fuertes impulsos del entorno externo, que tienen al precio del cobre por todo lo alto, la masificación del proceso de vacunación, que permitirá la reapertura progresiva de los sectores más golpeados, y el factor estadístico -que desde abril en adelante nos aseguran tasas de expansión por sobre los dos dígitos-, auguran un 2021 de alto crecimiento.

Es fundamental, entonces, que las autoridades económicas sean eficientes en contener las expectativas que este mejor desempeño económico trae aparejadas. El país vivirá múltiples procesos eleccionarios este 2021 que pueden alentar mayores demandas por recursos fiscales, lo que va en el sentido opuesto de la regla fiscal que ordena ahorrar los excedentes asociados a la parte expansiva del ciclo. No hay que olvidar, además, que la situación fiscal se había estado deteriorando progresivamente, y las mejores perspectivas para 2021 deben servir precisamente para evitar un declive mayor. Además, existen múltiples riesgos en el horizonte que considerar, como un eventual escenario inflacionario internacional, que puede presionar al alza a las tasas de interés de referencia; un rebrote de la pandemia, que revierta la apertura gradual de las actividades productivas; una reactivación de los problemas de orden público a nivel local; y un eventual escenario político convulsionado.

Todos estos factores deben servir para mantener la cautela tanto de las autoridades como del sector privado.

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