Instituto Nacional

Hoy debutó la medida de ingreso a los estudiantes del Instituto Nacional.
AgenciaUno


SEÑOR DIRECTOR

Esta semana hemos visto con pesar que siguen los actos violentos dentro del Instituto Nacional. Las medidas tomadas han resultado ser insuficientes para la complejidad de la situación actual del histórico colegio.

En primer lugar, es necesario hacer una reflexión en general para explicarnos este fenómeno en un establecimiento que se destacaba por darle buenas noticias a nuestro país. La reducción sostenida de la matrícula, las reiteradas movilizaciones por parte de estudiantes y profesores, y la consecuente pérdida de clases han causado estragos en la calidad del Instituto. Cabe recordar que hay generaciones que durante su enseñanza media perdieron prácticamente un año completo de clases.

El llamado "buque insignia" de la educación pública representaba la idea de que la excelencia académica podía ser un proyecto educativo dentro del marco estatal y, por tanto, promover el mérito y la movilidad social, sin importar la condición social ni económica de sus estudiantes.

Sin embargo, la constante pasividad e incluso complicidad de ciertas autoridades y otros miembros de la comunidad educativa por los hechos de violencia han terminado poniendo en jaque este proyecto. Lo que en un principio fue una medida extraordinaria para denunciar un problema, como las tomas, derivó en actos absurdos al interior del establecimiento, con hechos de violencia contra profesores, bombas molotov contra carabineros, destrucción de la ya deteriorada infraestructura, e incluso la quema del emblemático estandarte del colegio en medio del patio de honor.

Frente a estos hechos la indolencia y la pasividad no es una opción. Todos quienes creemos en el verdadero proyecto del Instituto, tanto los que hemos pasado por sus aulas, como los apoderados, profesores y autoridades, debemos unirnos en una causa común: condenar tajantemente y erradicar de manera definitiva la violencia escolar, volver a encender el primer foco de luz de la nación para que siga siendo un espacio de oportunidades para tantos jóvenes de familias de clase media y más vulnerables del país.

Julio Isamit

José Francisco Lagos

Exalumnos institutanos

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