Instituto Nacional

SEÑOR DIRECTOR

Frente a los hechos de violencia en el Instituto Nacional, el presidente del Centro de Estudiantes Rodrigo Pérez ha realizado una serie de declaraciones ambiguas. Si bien se ha desmarcado de los grupos encapuchados, se ha negado a condenar enfáticamente los actos vandálicos. Peor aún, ha intentado explicar dichos actos bajo la excusa de que ante un "modelo violento" -así es como se refiere a Aula Segura- es esperable una "reacción violenta".

Lamentablemente, de un tiempo a esta parte, nos hemos acostumbrado a que ciertas personas, víctimas de lo que Jorge Millas denominó "falacia del género sumo", consideren que emplear bombas molotov, agredir a profesores y realizar amenazas contra apoderados, son actos ni más ni menos violentos que expulsar a estudiantes involucrados en tales situaciones.

Así las cosas, todo parece indicar que erradicar la violencia en los establecimientos educacionales, así como los razonamientos que la encubren y promueven, es uno de los desafíos del presente.

Por lo mismo, sería de gran ayuda que Rodrigo Pérez hiciera un llamado claro a sus compañeros a deponer la violencia y a reconstruir lo que siempre ha sido el Instituto Nacional: un lugar donde gobierna la razón y se excluye el uso de la violencia.

Fernando Vera

Ex alumno del Instituto Nacional