Instituto Nacional y régimen mixto



En un hecho que resultó sorpresivo, el Tribunal Calificador de Elecciones Interestamental del Instituto Nacional declaró que hubo irregularidades en el plebiscito convocado para determinar si el liceo se hacía mixto, determinando excluir los votos de dos estamentos -los apoderados, así como los asistentes de educación-, por no alcanzar el quorum de 80%. Con ello se revirtió el resultado informado preliminarmente, que había dado como ganadora a la opción "No", principalmente por el mayoritario respaldo que dicha alternativa encontró entre los apoderados. Conforme el nuevo escrutinio, la opción por hacer mixto al establecimiento triunfó con el 57% de los sufragios.

Los resultados de este plebiscito han estado cuestionados desde el comienzo, pues así como los estudiantes impugnaron el triunfo inicial de la alternativa "No", denunciando una serie de hechos irregulares, ahora son los apoderados los que cuestionan este nuevo resultado, sin que hayan descartado la opción de recurrir a tribunales para impugnar el proceso.

Parece evidente que a la luz de estas denuncias cruzadas -que ante la opinión pública resultan confusas y muy difíciles de ponderar, debido a la complejidad del sistema electoral por el que se ha optado-, el resultado de esta consulta no reviste los estándares de legitimidad que cabría haber esperado, por lo que lo más prudente sería repetir el plebiscito, buscando brindar las debidas garantías a todas las partes. Lo contrario asentaría la incómoda percepción de que se logró un triunfo por "secretaría", no necesariamente representativo del sentir de la comunidad escolar.

Más allá de lo aconsejable que resultaría repetir el proceso electoral, el episodio es ilustrativo sobre los riesgos de que decisiones relevantes en instituciones públicas se zanjen por medio del asambleísmo. Las mayorías circunstanciales no necesariamente aseguran que se cautelará el interés general, y previsiblemente el sentimiento de frustración se verá amplificado en quienes se sientan "derrotados". Las reglas que regirán en un establecimiento del Estado deben ser resueltas mediante políticas públicas, de orden general -no caso a caso- y ampliamente sensibilizadas en la opinión pública, sin perjuicio de que es altamente valorable que las comunidades sean involucradas.

Recientemente, el consejo escolar del Liceo 7 de Niñas (comuna de Providencia) optó por convertir en mixto a dicho establecimiento, también mediante un proceso de consulta entre sus estamentos, donde nuevamente se pudo apreciar que no se trató de una decisión que despertara consenso generalizado en su interior. De allí que sería preferible que antes de seguir alentando el camino plebiscitario, el Ministerio de Educación defina una política en relación al régimen de los colegios públicos, tal que si se estima que lo más adecuado es avanzar hacia un sistema mixto, la comunidad lo sepa de antemano y se disponga de un período de adaptación, así como de los recursos para llevar a cabo los indispensables cambios de infraestructura que ello conlleva.

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