Integración energética

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Numerosas son las señales de los buenos tiempos que vivimos con nuestros vecinos argentinos, y que podemos apreciar en una revisión de los progresos recientes en nuestra integración energética binacional. Esto ocurre desde la realidad en la que se encuentra Chile en la actualidad, que dista de la posición que teníamos hace algunos años. Dadas las favorables condiciones externas de baja en los precios de las tecnologías renovables, nuestro país está avanzando hacia su masificación, lo que nos permite asegurar un abastecimiento energético para nuestra demanda interna, proveniente de las más diversas fuentes naturales que abundan en nuestra geografía.

En materia de hidrocarburos también se ha consolidado una mayor seguridad energética, pues contamos con dos terminales de regasificación, gracias a los cuales recibimos gas natural desde barcos de todo el mundo.

En este contexto de mayor solidez e independencia energética, hemos ido construyendo una excelente relación política y técnica con Argentina, la cual se ha visto reforzada con la firma, en abril pasado, de un Protocolo Adicional al Acuerdo de Complementación Económica N° 16. Este nuevo protocolo promueve la libre comercialización de gas natural y energía eléctrica entre nuestros países, sin compensación o devolución del recurso energético respectivo. En este instrumento se han generado también nuevos lazos institucionales, como una Mesa de Trabajo Binacional, que permitirá evaluar las necesidades y requerimientos de cada país, e impulsar las acciones para lograr un abastecimiento seguro y eficiente en los mercados internos. Para ello, la mesa enfocará su labor en la armonización regulatoria, que posibilitará los intercambios de gas y electricidad.

Y como muestra de la voluntad compartida de avanzar en nuestra integración energética bilateral, hace pocos días nos visitó el nuevo ministro de Energía de Argentina, Javier Iguacel, confirmándose importantes pasos para profundizar proyectos de interconexión. El ministro ratificó el inicio en octubre de las exportaciones de gas natural sin necesidad de devolución desde el yacimiento Vaca Muerta, a través del gasoducto del Pacífico, que une la provincia de Neuquén y la región del Biobío,

En igual sentido, el intercambio de gas será también una buena solución para abordar problemas como la contaminación de las ciudades del centro-sur del país, dando más opciones de calefacción y de otros usos domésticos en aquellas zonas.

La interconexión eléctrica con Argentina, en tanto, nos permitirá alcanzar un suministro energético seguro y estable, robustecer y flexibilizar nuestros sistemas eléctricos, mejorar la capacidad de respuesta ante situaciones de emergencia, y facilitar una mayor penetración y mejor aprovechamiento de las energías renovables.

Estamos hoy ante un inmejorable escenario de consensos y voluntades compartidas, que irán en beneficio de una mejor y más segura energía para nuestros ciudadanos.

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