SEÑOR DIRECTOR:
En su carta de ayer, el señor Jorge Ibáñez asegura que la libertad de enseñanza no debe tomar “excesivo protagonismo” en el proyecto constitucional y que el interés superior del niño, ojalá representado por el Estado, debe primar frente a ella.
En sus palabras reside una antigua confusión, que opone al bien superior del individuo con la libertad de enseñanza. Esta última integra los derechos fundamentales más básicos, precisamente porque complementa la libertad de elección de las familias, que opera como seguro del interés superior del niño.
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Por esto, un sistema donde la libertad de enseñanza es supeditada al interés del Estado, es incompatible con la tradición constitucional y la enseñanza chilena. Las libertades, especialmente en educación, existen para proteger a las familias y no como meros adornos.
Manuel Villaseca Vial
Director de Estudios Acción Educar
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