La amenaza del coronavirus

A paramedic of the Magen David Adom (Israel's national emergency service) seals a COVID-19 coronavirus disease screening test kit during a response training exercise in the central Israeli city of Kiryat Ono on February 26, 2020. (Photo by JACK GUEZ / AFP)

El objetivo de la autoridad debe ser contener el contagio. Y si bien las medidas anunciadas van en la dirección correcta, para que tengan efecto requieren el pleno compromiso de la ciudadanía.



“Cualquier país que mire la experiencia de otros y piense que eso no les va a pasar a ellos está cometiendo un error mortal”, dijo el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en referencia al escenario que viven varios países de Europa, región que se ha convertido, según la propia OMS, en el epicentro de la pandemia. Solo en la Unión Europea los casos ya superan los 35 mil. El crítico panorama de Italia -el segundo país con mayor número de casos después de China-, donde el gobierno declaró a todo su territorio en una virtual cuarentena, se convirtió en un factor decisivo no solo para acelerar la reacción de los más de 130 países que hoy registran casos, sino también para evidenciar el crítico escenario que podría estar enfrentando el planeta.

Pese a que en 2009 la OMS también declaró pandemia la expansión del virus H1N1, la magnitud de los efectos observados tras la aparición del Covid-19 están lejos de ser comparables tanto en términos epidemiológicos como de repercusiones políticas, sociales y económicas. Es la primera vez que el mundo se enfrenta a una pandemia producida por un coronavirus que, como dijo el director del Instituto de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE.UU., es “10 veces más letal que la influenza estacional”. Además, la rápida propagación del contagio -que triplica el ritmo del H1N1- plantea un doble desafío a los servicios de salud. En Italia, el rápido crecimiento de los casos saturó los centros médicos y afectó la capacidad de atención, dejando en evidencia los efectos de una detección tardía de la enfermedad.

Lo anterior sumado a la inestabilidad e incertidumbre que agrega la crisis a una ya frágil economía mundial, está generando un escenario global inédito, cuyas consecuencias aún son difíciles de prever. La caída del consumo, la limitación de los desplazamientos y la contracción del comercio mundial adelantan un duro panorama económico en los próximos meses. Como dijo el director de la OMS esta no es solo “una crisis de salud pública, es una crisis que afectará a todos los sectores y por esa razón (…) todas las personas deben tomar parte para combatirlo”. Por ello, es clave que la ciudadanía esté bien informada y se comprometa en el combate a la enfermedad.

El primer objetivo de países como Chile, cuyo número de casos aún es limitado, es trabajar por contener el ritmo de contagio y evitar el colapso del servicio de salud. Para ello se requiere una actitud proactiva de los diversos actores de la sociedad y aprender de los países que han logrado limitar la expansión del virus, como Corea del Sur, Israel o Singapur. Frente al actual clima de desconfianza a la autoridad que existe en el país el desafío es doble, porque ninguna medida que se adopte tendrá resultados si persiste un grado de incredulidad en la población y ésta no colabora en la prevención. Los riesgos son reales, en especial para los adultos mayores -en Italia, del total de fallecidos el 56% tiene más de 80 años-, lo que exige estrictas medidas de higiene e incluso cambios de hábitos de la población.

Las medidas anunciadas por el Presidente, como la suspensión de eventos masivos; la prohibición de encuentros de más de 500 personas; el reforzamiento del servicio de salud y la ampliación de la capacidad hospitalaria, y el cierre de algunos establecimientos educacionales en el caso que haya más de dos estudiantes contagiados, van en la dirección correcta y son el único camino para evitar que la situación se desborde. Pero nada de eso será posible si no se cuenta con el compromiso y responsabilidad de la ciudadanía para respetar las disposiciones anunciadas y adoptar medidas de prevención.


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