La ciudad puerto: la oportunidad para todos los Valparaísos

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Panorámica del puerto de Valparaíso.


Esta columna fue escrita junto a Gonzalo Undurraga, PlanCerro OCF.

Valparaíso cobra relevancia -una vez más- en la discusión urbana, evidenciando tareas pendientes, por su vulnerabilidad y falta de coordinación intersectorial de proyectos públicos, mixtos o privados. Después de muchos años de debate y ante una polémica ampliación portuaria, la fuga de cruceros y el fracaso de la "apertura" pública en Barón, cuesta aún reconocer la unidad territorial de la macrozona central y la necesaria complementariedad de un sistema portuario regional, donde los beneficios primarios de esta actividad fundamental para el país, puedan quedar en el territorio que las acoge, permitiendo la autodeterminación e infraestructuras que puedan reconocer y potenciar cada particularidad territorial.

La problemática de Valparaíso no se limita a lo estético o perceptual, de impactos generados por un futuro puerto. La solución pasa por permitir la diversificación económica en torno a su principal actividad, a partir de un adecuado diseño en el marco de un desarrollo territorial más amplio y coherente, que incorpore las necesidades no solo de la actividad portuaria, sino que de la comuna, parte del área metropolitana de Valparaíso. Así, propuestas de ampliación portuaria que prioricen transferencia de carga y sostenibilidad ambiental, permitirán el desarrollo para la ciudad, su gente, su economía y su cultura. Por tanto, emplazamiento y diseño, son claves para lograr más de solo una actividad productiva, haciendo del puerto estatal un guía del destino de "los Valparaíso" con cada uno de sus potenciales integrados.

La conformación del nuevo directorio de la empresa portuaria de Valparaíso, cuya variedad de visiones técnicas y políticas confluyen hoy en un escenario diferente a los anteriores, permite enfrentar un calendario clave que augura asumir de buena manera el desafío de creatividad y precisión, que levante nuevas y mejores iniciativas tanto de expansión portuaria, como de recuperación del borde costero para los ciudadanos. Deberá consensuar la opinión local -aún designada en la Intendencia-, abriendo espacios de diálogo para una ciudadanía más y mejor informada, representada por sus parlamentarios y en una Alcaldía que simboliza el reclamo de décadas por recuperar recursos extraviados.

En lo específico y ya que la realidad geográfica no es perfectible, de todas las etapas del actual Plan Maestro Portuario, la que plantea el crecimiento hacia el poniente es quizás la única posible, dada las condiciones logísticas y operativas, a la luz de los resultados del proyecto T2. Un proyecto que luego de 4 años, evidencia lo expresado hace más de 20: que el desarrollo portuario hacia el poniente es el que otorga al Valparaíso urbano, patrimonial, turístico y universitario, una oportunidad única. El que desarrolla al puerto de carga y recupera pasajeros, motor para más y mejores economías y empleos. Capaz de beneficiar un entorno hoy deficitario, que se proyecta hacia las quebradas y las zonas altas, lo que permitiría un beneficio cualitativo y cuantitativo para porteños y porteñas.

¿Y por qué? Porque se ajusta a la estrategia ambiental y a los planes de desarrollo sostenible que la ciudad requiere para la recuperación y repoblamiento tanto de sus cuencas urbanas, como del plan, pues permite una transformación capaz de llamar a la inversión inmobiliaria bien proporcionada para el Barrio Puerto y el casco patrimonial, al permitir una liberación proporcional del borde costero. Combinando el uso portuario con lo más importante para una ciudad puerto: su desarrollo marítimo, que le permitiría a la ciudad administrar nuevos activos, generando ingresos para la comuna y oportunidades para sus habitantes. Ese es el ethos de esta ciudad, que le permitió ser la cuna de la innovación en Chile.

El escenario inmediato nos invita a una reflexión para un nuevo consenso, de esa relación armónica extraviada entre la ciudad y el puerto, donde la corrección sea aplicada sobre el Plan Maestro Porturario, para generar un nuevo instrumento institucional, estratégico y actualizado. Una nueva política portuaria, para un país costero, con posibilidades de diversificación económica y de empleabilidad para una ciudad que acoge al puerto, co-liderando con la administración local la recuperación comunal.

Más allá del anhelado tributo a la ciudad, se abre para Valparaíso una nueva relación sinérgica de actividades, a partir de un nuevo emplazamiento, ajustado a la verdadera capacidad de carga del área urbana. Una nueva oportunidad, que no se puede dejar pasar.

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