En la dirección correcta



La semana pasada un grupo de 20 exfuncionarios diplomáticos de carrera, manifestamos nuestra preocupación por la grave situación en Venezuela. En carta dirigida a La Tercera, señalamos que el gobierno del Presidente Piñera había asumido una legítima posición conforme al Derecho Internacional, al declarar al régimen de Maduro como una dictadura y reconocer a Guaidó como Presidente encargado de Venezuela, rechazando participar en el denominado Mecanismo de Montevideo, integrado por Uruguay y México, el que la dictadura venezolana calificó como positivo, tratando de ganar tiempo para mantenerse en el poder hasta el año 2025, como ha sido su permanente estrategia cuando se trata de dialogar con la oposición.

Ser neutral frente a la tragedia venezolana, esgrimiendo principios como de no intervención o de una política de Estado, no justifican la falta de acción y rechazo frente a una dictadura brutal y un pueblo que sufre una represión constante, en medio de una grave crisis humanitaria.

Por el contrario, es el momento de intensificar la presión internacional, especialmente de América Latina y la Unión Europea, frente a apoyos importantes con que cuenta el dictador, los que tienen inmovilizadas a las Naciones Unidas y a la propia OEA. Es urgente y primordial apoyar decididamente a la oposición venezolana, defender el ingreso de la ayuda humanitaria y sostener la acción de la Cruz Roja Internacional. Por ello es esencial que los actores internacionales apuren la salida de Maduro.

Las izquierdas deben ser más responsables y atreverse a calificar a Maduro como un dictador. No es posible callar y mostrarse indiferente ante el sufrimiento de toda una nación a cargo de un gobierno corrupto vinculado al narcotráfico, que viola en forma sistemática los DD.HH. y las libertades más fundamentales, solo por tratarse de un dictador que se declara y es de izquierda. Algo similar ocurrió en la década de los 60, cuando en 1968, el PC chileno apoyó la intervención soviética en la ex Checoslovaquia.

Esta tremenda incoherencia de la izquierda chilena en la manera de entender y hacer respetar los DD.HH., se mantiene hasta nuestros días.

El gobierno de la Nueva Mayoría y sus cancilleres, nunca fueron capaces de calificar al régimen venezolano como una dictadura. Ahora y a falta de razones creíbles que justifiquen ese indigno silencio, tres excancilleres esgrimen el argumento también falaz, que la política exterior de Chile ha sido siempre una política de Estado y critican al Presidente Piñera por no haber consensuado su condena al régimen venezolano y tomar la decisión de ir personalmente a entregar la ayuda humanitaria de Chile a Juan Guaidó.

¿Cómo se entiende tanta incoherencia de esos excancilleres ante las evidentes, flagrantes y reiteradas violaciones a los DD.HH. en Venezuela?

El Presidente Piñera, en una actitud valiente y decidida, califica a Maduro de dictador y reconoce a Juan Guaidó como Presidente encargado de Venezuela.

Con su presencia en la entrega de la ayuda humanitaria en Cúcuta, el Presidente Sebastián Piñera interpreta fielmente lo que mayoritariamente sentimos los chilenos: no es posible abandonar a Venezuela en estos momentos trágicos de su historia.

¿Hasta cuándo podrá la izquierda en nuestro país mantener tamaña incoherencia en el respeto a los DD.HH.?

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