"La guerra nuclear, la Doncella de Hierro y el reloj a sólo dos minutos de la medianoche"

Trump
Foto: AFP


Durante el mes de agosto de 1953, en plena Guerra Fría, el 'Boletín de científicos nucleares' (fundado en Estados Unidos en 1945) presentaba uno de sus informes más agudos luego del inicio de la era nuclear. A partir de la figura retórica del famoso reloj del día del juicio final, el boletín señalaba lo siguiente: 'Las manecillas del reloj se han movido nuevamente. Sólo un par de movimientos más en el péndulo y, desde Moscú hasta Chicago, explosiones nucleares consolidarán la medianoche para la Civilización Occidental (…)'; eran las 23:58.

Desde su creación, este reloj nunca había estado tan cerca de la medianoche. Ese mismo año, los Estados Unidos habían decidido testear su primera bomba de hidrógeno; un año antes, habían detonado su primera bomba termonuclear en islas del Océano Pacífico. No olvidemos que, a inicios de la década de 1950, la Guerra de Corea había estado cerca de desencadenar una contienda nuclear entre Washington y Moscú. Desde el sudeste asiático, pasando por Oriente Medio, Europa central y América Latina, las posibilidades de un conflicto nuclear eran evidentes. 1962 marcaría otro hito trascendental en esta oscura historia; la crisis de los misiles en Cuba, auspiciada por Moscú, Washington y La Habana, mantuvo al planeta en un tenso silencio; los buques soviéticos cargados de bombas nucleares sucumbieron ante el bloqueo de la marina estadounidense y, humillados, retornaron hacia el este por el océano Atlántico.

Y como los relatos y la crítica histórica no sólo se encuentran en extensos libros, fuentes y documentales, en 1985, 'Iron Maiden', uno de los tantos tesoros musicales de las islas británicas, lanzaban al mercado -de mano de su disco 'Powerslave'- el sencillo '2 minutes to midnight' (2 minutos para la medianoche). Vaya curiosidad, la doncella de hierro le cantaba al año 1953, cuando las manecillas del reloj estuvieron a sólo 120 segundos de cubrir, eventualmente, al planeta de una eterna medianoche. Tal como el boletín de científicos nucleares, la agudeza de las palabras de esta banda de 'heavy metal' nos volvían a recordar el peligro de vivir en una era nuclear, sobre todo si los dueños de los gatillos nucleares no entienden el poder que descansa en sus manos. Acompañada de guitarras afiladas, la letra canta 'As the madmen play on words and make us all dance to their song, to the tune of starving millions to make a better kind of gun' (mientras el loco juega con palabras y nos hace bailar su canción, bajo el tono de millones muriendo de hambre para construir un arma mejor).

Sesenta y cinco años después, hemos vuelto a estar a dos minutos de la medianoche. El 25 de enero de 2018, en un acto simbólico, el boletín de científicos nucleares movió nuevamente las manecillas del reloj. Frente a los riesgos de la tensión nuclear global personificada en la presidencia de Donald Trump, Kim Jong Un, Vladimir Putin y Ali Khamenei, entre otros, nos hemos acercado por segunda vez desde 1945 a la posibilidad de ser testigos de un conflicto militar definido por el poder nuclear. Lo paradójico es que, más allá de las figuras retóricas, el riesgo es cierto y no representa necesariamente un discurso apocalíptico sin sentido.

Por supuesto, si la demencial discusión entre Trump y Kim Jong Un respecto al tamaño de sus respectivos botones nucleares se ha apoderado de twitter, al parecer la nueva herramienta de comunicación y amedrentamiento internacional, valdría la pena tener en cuenta no sólo al reloj, sino que también la música de Iron Maiden. No tape sus oídos, suba el volumen y si tiene suerte como yo, disfrute en vivo este relato, más vigente que nunca, del año 1953.

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