¿La próxima Silicon Valley será China? The Greater Bay Area

puente de Hong Kong-Zhuhai-Macao
Vista aérea del puente de Hong Kong-Zhuhai-Macao, en diciembre de 2017. Foto: Getty Images


Esta semana el presidente Xi Jinping inauguró el puente elevado sobre el mar más largo del mundo que une las ciudades de Hong Kong y Macao situadas en ambos costados del Delta del Río de las Perlas en Guandong.[1] El puente de 55 kilómetros se enmarca en el proyecto Greater Bay Area (GBA) con el que Beijing pretende profundizar la integración de su provincia más internacionalizada y tecnológica.

Este territorio cuenta actualmente con 66 millones de habitantes y representa el 12% del PIB nacional (1.34 trillones de USD) repartidos en once ciudades claramente especializadas. La capital financiera en Hong Kong, el centro tecnológico en Schenzen (el mayor del país), la industria en Guangzhou, el turismo de juego en Macao etc. El gobierno central aumentará así la interdependencia económica del territorio mediante una basta red de infraestructuras y comunicaciones que conllevará importantes ajustes legales y administrativos. Cabe citar en este sentido la estación de trenes de alta velocidad que une en menos de una hora a Hong Kong con Guangzhou (Cantón), inaugurada el pasado 23 de septiembre, o las periódicas revisiones del tratado de libre comercio entre Hong Kong y China (CEPA) concluido en 2003.

Asistimos por tanto a la aceleración del proceso iniciado en la década de 1980 con la "política de puertas abiertas" que permitió la llegada de las primeras inversiones extranjeras a la costa este de China. Hong Kong se convirtió entonces en uno de los mayores centros financieros internacionales como puerta de entrada de los capitales que alimentaron el rápido crecimiento económico del sudeste del país.

Con la devolución de la soberanía de Hong Kong por Reino Unido a la República Popular de China el 1 de julio de 1997 se creó un sistema jurídico y administrativo sui generis bajo la máxima de "un país dos sistemas". La Región Especial Administrativa de Hong Kong fue dotada un "alto grado de autonomía" que le permitió conservar sus propias costumbres e instituciones inspiradas en el Estado de derecho y el libre mercado. Desde entonces hemos presenciado una progresiva nivelación económica entre Hong Kong y la provincia de Guandong y gracias al crecimiento de los intercambios Hong Kong pudo recuperarse rápidamente de la crisis asiática de 1997.

En la próxima década la GBA podrá superar las economías de las bahías de Tokio, Nueva York o San Francisco, donde gracias a un proceso de integración similar surgió Silicon Valley. El potencial económico de este territorio es enorme si bien plantea una serie de interrogantes sobre la evolución de la coexistencia – no exenta de conflictos – de los ordenamientos jurídicos liberal y socialista que ameritan ser estudiadas.

Por todo ello entendemos que la GBA fuera uno de los proyectos estratégicos anunciados por Xi Jinping en su discurso de investidura de su segundo mandato para convertir a China en la primera potencia mundial en 2050. A él se suman, entre otros, el plan "Made In China 2025", que busca desarrollar su industria tecnológica, y el "One Belt One Road", una red internacional de infraestructuras para el comercio de mercancías. La actual profundización de la integración de Hong Kong en China refleja en resumen la apuesta decidida del gigante asiático por la tecnología y el comercio como motores de su integración desde una posición ventajosa en un mundo interdependiente.

[1] https://www.scmp.com/news/hong-kong/transport/article/2168977/official-worlds-longest-bridge-hong-kong-zhuhai-macau

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