La realidad virtual del patrimonio



SEÑOR DIRECTOR

El Día del Patrimonio Cultural es una celebración, instaurada en 1999, para promover el conocimiento y reflexión ciudadana sobre nuestro patrimonio cultural. Desde hace 22 años esta celebración convoca a miles de personas a participar de forma gratuita en una amplia oferta de actividades, perfilándose como una instancia cívica de relevancia y progresivamente arraigada en el sentir nacional.

La versión 2020 y la de este año han debido implementar tecnologías virtuales, realidad aumentada y otras tendencias digitales, debido a la contingencia.

Los objetivos de la virtualización se ven claros: relevar la cultura y el patrimonio para el bienestar y espacios de encuentro que, en momentos cruciales y de distanciamiento físico, generan una instancia de cohesión desde la identidad nacional, que es el patrimonio cultural. Con todo, crean un momento que no se construye solo desde el Estado coordinado, sino desde las organizaciones civiles y las personas particulares.

De esta manera, ¿cuál es el desafío de las plataformas virtuales culturales? Lo que subyace no es un desarrollo tecnológico en sí mismo (la ciudadanía ya está saturada de pantallas); la respuesta está en el contenido: los diferentes patrimonios culturales dejan de ser un espacio pasivo tecnológico que almacena contenidos, y transforman la tecnología en un espacio vivo, donde las personas pueden aprender mediante la interacción, propio del fondo del asunto, más que de la forma o el soporte tecnológico.

Esta nueva realidad virtual, lejos de competir con la realidad presencial de museos, bibliotecas o archivos históricos, permite entender la relevancia de lo que el acervo ha resguardado por años: contenidos identitarios.

Carlos Maillet Aránguiz

Arquitecto y docente Diplomado Gestión del Patrimonio

Universidad Finis Terrae

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