La tramitación de la reforma previsional y su carrera contra el tiempo

FOTO: LEONARDO RUBILAR CHANDIA/AGENCIAUNO

"Estamos en un momento en el cual no hay claridad respecto a quién será el vocero (o interlocutor) de la reforma de pensiones por parte del gobierno, cuál será la estrategia de negociación ante el Congreso, cuál es la postura central dentro las diferentes voces dentro de la oposición (particularmente después del resultado de las elecciones de consejo constituyente) o cuál es la propuesta base a discutir. En otras palabras, no sabemos quién va a negociar, ni qué va a negociar, ni con quién, ni cómo. Un escenario claramente más incierto que en la reciente historia."



La reforma de pensiones es uno de los grandes desafíos y anhelos de la administración actual. Sin embargo, a casi quince meses de gobierno, su viabilidad política pareciera estar disminuyendo en la medida que el tiempo transcurre.

En lo más reciente, la tramitación de la reforma se vio eclipsada por las elecciones de miembros del Consejo Constitucional, evento que la paralizó por varias semanas. Sin embargo, esto no terminó allí, ya que su resultado está cambiando los equilibrios políticos dentro del Congreso. En la medida que estos no decanten, difícil será ver avances en cualquier materia legislativa importante.

A ello, habría que sumarle la salida del exsubsecretario Larraín, quien, desde que inició el gobierno, encabezó los esfuerzos comunicacionales de explicar la reforma previsional ante la ciudadanía, los círculos técnicos y el mundo político. Y a pesar de las diferencias que pudiera tener con sectores de la oposición, siempre estuvo abierto al diálogo y mantuvo una postura técnica en todo momento. A la fecha no hay claridad respecto a quién sería su reemplazo y si éste estaría a cargo de llevar las negociaciones de la reforma previsional.

Por último, antes de las recientes elecciones, tanto el ministro Marcel como el exsubsecretario Larraín plantearon que sería compleja la aprobación de la reforma previsional con el elemento de las cuentas nocionales, porque podrían buscar otras opciones. Pero (y más allá de estar a favor o en contra de ese instrumento), ese elemento era central en el diseño de la propuesta de la reforma previsional del gobierno, y su eliminación llevaría a un replanteamiento generalizado de la propuesta en su totalidad. ¿Estamos regresando a una discusión como la que tuvimos durante los gobiernos anteriores, donde las preguntas eran qué porcentaje incrementamos la cotización y cuánto de ello destinamos a elementos de solidaridad? ¿o habrá algún otro as bajo la manga?

Lo que es un hecho es que el gobierno tiene algunas “líneas rojas” (o como quieran bautizarlas) respecto a los elementos que debería incluir la reforma (algunos de estos elementos, por cierto, coinciden con los de la oposición): i) que logre mejorar las pensiones (tanto presentes como futuras), ii) que la industria sea más competitiva, iii) que la propuesta sea financieramente sustentable y iv) que haya una mayor participación del estado. Sin embargo, la forma en la cual se logran esos elementos (como las ya mencionadas cuentas nocionales) serían negociables para el gobierno.

Así, estamos en un momento en el cual no hay claridad respecto a quién será el vocero (o interlocutor) de la reforma de pensiones por parte del gobierno, cuál será la estrategia de negociación ante el Congreso, cuál es la postura central dentro las diferentes voces dentro de la oposición (particularmente después del resultado de las elecciones de consejo constituyente) o cuál es la propuesta base a discutir. En otras palabras, no sabemos quién va a negociar, ni qué va a negociar, ni con quién, ni cómo. Un escenario claramente más incierto que en la reciente historia.

El tiempo es el único que puede dar algo de perspectiva a estas incertezas: tiempo para que el gobierno y el Congreso se reorganicen, retomen el diálogo, rearmen la propuesta. Pero es ese mismo tiempo el mayor verdugo de la reforma. Éste sigue transcurriendo, y las ventanas políticas para que la reforma previsional se apruebe se van cerrando lentamente.

* El autor es economista jefe LarrainVial Research.

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