¿Y las personas comunes y corrientes?



SEÑOR DIRECTOR

Por estos días somos testigos de un intenso despliegue comunicacional por parte de la Fiscalía: se nos ha informado que tres fiscales de alta complejidad investigan la causa de las máquinas tragamonedas. Otros tantos se pasean por todo Chile investigando los abusos de la Iglesia. Ni hablar del caso Penta, que tuvo a media Fiscalía dedicada día y noche.

Mientras, miles o quizás cientos de miles de casos de delitos perpetrados contra personas comunes y corrientes son archivados sin siquiera citar a las víctimas.

En mi caso (estoy seguro similar al de muchos), aún espero la citación a declarar por un asalto sufrido en 2014. Supongo que este tipo de casos no son funcionales a los intereses mediáticos de la Fiscalía.

José Miguel Rodríguez

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