Las Pymes y el turismo, una relación virtuosa para Chile

Cordillera de Santiago


Cuando celebramos el éxito de Chile en medios internacionales como un destino obligado para viajeros de todo el mundo, el crédito y el desafío no corresponden solo a nuestra riqueza geográfica o al esfuerzo de las instituciones. Son también los guías de turismo, los dueños de alojamientos, los innovadores en el rubro de la gastronomía o los turoperadores en distintos rincones, los responsables del desarrollo económico en esta área.

De acuerdo con la Cuarta Encuesta Longitudinal de Empresas, publicada por el Ministerio de Economía en 2017, un 51,9% del mercado chileno corresponde a la categoría de pequeñas y medianas empresas (Pymes). Si analizamos este dato específicamente en el rubro del turismo, la cifra se eleva a un 95%, y es ese el fiel reflejo de lo relevante que son estas iniciativas para el desarrollo de la economía nacional.

Las Pymes tiene una importancia estratégica, ya que a través de ellas se genera una cadena virtuosa si consideramos que la llegada de visitantes impacta de manera positiva en las economías locales, dejando los recursos principalmente en la región. Además, descentraliza la creación de productos y servicios, permitiendo que quienes viven en zonas turísticas no emigren en busca de oportunidades laborales.

Si analizamos las cifras, según el World Travel & Tourism Council (WTTC) un 3,8% del PIB mundial obedece a aportes directos del turismo y un 10,2% del PIB mundial. Además, parte importante de sus puestos de trabajo están destinado a las mujeres. En el caso chileno, el turismo genera alrededor de 320 mil empleos directos y más de 600 mil indirectos.

Como gobierno estamos conscientes que el turismo representa una gran oportunidad. Se trata de uno de los sectores más dinámicos a nivel mundial y prueba de ello es que en los últimos años se ha transformado en un pilar fundamental de muchas economías desarrolladas.

Sabemos, además, que quienes viajan buscan una experiencia inolvidable, y esto nos obliga a resguardar la industria e identidad local, especialmente en las regiones. No podemos ignorar que esta es una industria intensiva en cuanto a la demanda de mano de obra y que no es reemplazable por la tecnología, ya que la experiencia de los viajeros requiere de servicios de excelencia que conozcan la realidad local y su potencial de desarrollo.

Finalmente, es en esta actividad que las Pymes tienen mucho que decir y para el éxito de esta relación es indispensable un trabajo mancomunado y el desarrollo de alianzas público-privadas que fomenten su dinamismo y proyección. La invitación es que trabajemos coordinadamente para consolidar el turismo como motor del desarrollo de nuestras regiones.

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