Ley de Fármacos II



SEÑOR DIRECTOR

En el editorial del jueves se valoran las indicaciones del gobierno al proyecto de ley Fármacos II, afirmando que permitirán "mejorar el acceso a los medicamentos". Hay varias razones que ponen en duda su capacidad de lograrlo. Una de las medidas que se ha destacado es la posibilidad de vender "medicamentos sin receta" en góndolas de supermercados y otros comercios. Esta tendría un efecto marginal, ya que dichos fármacos no concentran el alto gasto de bolsillo: son de los más baratos de América Latina y representan solo el 23% del gasto en medicamentos. Además, traería un peligroso aumento de automedicación, como alertó el Colegio de Químico Farmacéuticos. En EE.UU., donde se permite la venta en góndolas, en 2016 hubo más de 141 mil muertes por mal uso de medicamentos, 64 veces más que por accidentes que involucraron armas de fuego.

El editorial omite que el Ejecutivo busca mantener la prescripción de medicamentos por marca por parte de los médicos, contrariando lo aprobado en el Senado. ¿Qué argumento económico o sanitario justifica que se permita que se recete por "nombre de fantasía"? Los genéricos bioequivalentes tienen la misma calidad y eficacia terapéutica, pero con un valor hasta 32 veces menor.

Por último, un ámbito que perdió relevancia en el debate del proyecto es impedir la integración vertical de esta industria. Un mercado en donde productores, distribuidores y dispensadores están integrados, difícilmente podrá regularse para disminuir los precios.

Miguel Crispi

Diputado RD de la Comisión de Salud

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