Lo que nos dejó la toma

SEÑOR DIRECTOR

Lo sucedido en la Facultad de Derecho induce una reflexión crítica de verdad. Hay que aprender de los errores y déficit de liderazgo que catalizaron esta toma. Hoy se impone coraje para enfrentar los temas y no soslayarlos, con tolerancia cero al acoso sexual y prácticas sexistas, sensibilidad para tratar a las víctimas y sumarios rápidos que respeten el debido proceso. Sólo así podremos dar gobernabilidad a la Facultad, restableciendo las confianzas.

El realismo nos dice que habrá una masa de conocimientos que ya no se podrá impartir. Los estudiantes asumirán que, con las medidas de fuerza, también se perjudicaron. Los profesores entenderán que el auge de las tomas se debió a la falta de liderazgo de la autoridad, que delegó de facto las soluciones en la rectoría.

Con todo, debemos abocarnos a terminar el año y los alumnos deben entender la necesidad de asistir a clases, llenar las lagunas producidas e internalizar la convicción de que, para ser profesionales de excelencia, deben tener conocimientos sólidos y adquirir el pensamiento crítico.

El contexto de ese trabajo continuado y renovado, debe ser de respeto, tolerancia, transversalidad, probidad y transparencia. La amistad cívica entre los profesores debe ser recuperada con base en la lealtad a la universidad. Los estudiantes deben aprender y asumir, sobre todo en una Facultad de Derecho, que los problemas se resuelven con la razón y no con la fuerza.

Debemos comprender que, en momentos de crisis y como ya sabían los romanos, summun jus, summa injuria. Es decir, la aplicación acrítica del Derecho provoca más daños que soluciones.

Por ello, en lo inmediato, debemos seguir haciendo clases, investigando, postulando a proyectos Fondecyt, produciendo textos y artículos. Debemos fortalecer y potenciar el doctorado y los programas de Magíster, acreditando los que no lo están. Debemos continuar con los diplomados y aumentar los cursos de actualización.

Maricruz Gómez de la Torre Vargas

Profesora Titular

Facultad de Derecho Universidad de Chile