Mall Barón


SEÑOR DIRECTOR

La invalidación del permiso de edificación del "Mall Barón" por la Corte Suprema, corona una historia de 15 años de apasionados debates sobre el borde costero de Valparaíso, que finalmente terminó en nada. Este valioso lugar seguirá abandonado, deteriorado y sin ningún proyecto alternativo para recuperarlo.

Quizás el error original fue pensar que la apertura del borde costero podía ser liderada por un mall y no por un proyecto integral de espacio público como ocurrió en Barcelona, Nueva York y en la mayoría de los casos que admiramos.

Esto no es culpa del mall, sino que de los organismos públicos que delegaron su responsabilidad y olvidaron que para replicar Barcelona se requiere visión y liderazgo político. Eso tuvo el expresidente Ricardo Lagos cuando transformó el abandonado muelle Barón en un paseo y lo conectó con la Caleta Portales mediante un sendero peatonal con miradores. Desde entonces no se movió una piedra. Solo vimos peleas, promesas, postergaciones y nuevas promesas.

Por ello el fallo de la Corte Suprema es una victoria amarga y mediocre. No es un gran triunfo anular permisos de edificación que tenían vicios administrativos. Tampoco basar la acción pública solo en defender el statu quo y paralizar proyectos, y es sencillamente un fracaso que en 15 años no se haya diseñado una sola alternativa al mall para recuperar este valioso lugar de la ciudad.

Valparaíso debe cambiar esta estrategia de desarrollo urbano. De lo contrario habrá poco que defender en pocos años más, ya que el deterioro se acentuará hasta hacerse irreversible. Los más perjudicados serán los 300 mil porteños que deberán seguir esperando que sus autoridades y elites se pongan de acuerdo para poder disfrutar, de una vez por todas, de un borde costero abierto, limpio y amigable.

Iván Poduje Capdeville

Arquitecto, magíster en desarrollo urbano.Profesor Universidad Católica

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