SEÑOR DIRECTOR
Chile figura entre los países con los medicamentos genéricos más baratos de la región, tratándose de un mercado altamente regulado.
Si bien la evidencia indica que el Estado no es eficiente en la asignación de recursos, hoy ha ganado fuerza la idea de incrementar su intervención en todo ámbito. El precio de los medicamentos es parte de esta agenda y la creciente polarización nos ha empujado a abrazar cantos de sirena.
El discurso político atribuye a los privados todos los males del sistema de salud, olvidándose que la sola intervención estatal genera distorsiones y fallas como, por ejemplo, el incumplimiento de la entrega de medicamentos al 80% de la población en forma gratuita, y la existencia de subsidios cruzados, donde los laboratorios marginan en la venta privada para alcanzar precios más bajos en la pública.
La Comisión Mixta de Fármacos II está trabajando con mucha prisa en la intervención de los precios, la complejidad de las materias tratadas y la obstinación de nuestra clase política auguran un resultado incierto.
Lamentablemente, podemos perder algunas virtudes de nuestro vilipendiado sistema, como los precios más bajos en genéricos, el acceso a innovación farmacéutica o el acostumbrado abastecimiento de productos. Cabe recordar que este fue el resultado de la Ley de Fármacos I, pero en esa ocasión los responsables fueron los privados, nunca la regulación. ¿Repetiremos la historia?
Victoria Beaumont Hewitt
Directora EjecutivaFundación Politopedia
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