#MeToo me condena

Alternative View In Black & White - The 71st Annual Cannes Film Festival
CANNES, FRANCE - MAY 19: (EDITORS NOTE: Image has been digitally retouched) Asia Argento attends the Closing Ceremony & screening of 'The Man Who Killed Don Quixote' during the 71st annual Cannes Film Festival at Palais des Festivals on May 19, 2018 in...


La historia de Asia Argento prueba algo que ya debiera estar claro para siempre: la realidad siempre es capaz de superar la ficción. Porque la vida de esta actriz y directora italiana se ha convertido en el guiOn más perfecto que la industria del cine jamás imaginó. Uno que tiene todos los ingredientes necesarios: sexo, poder, violaciones y muerte.

Con una trayectoria destacada en Italia, Argento nunca logró ser considerada una celebridad fuera de su país. Por eso, muchos apuntan a que su gran salto a la fama sucedió en el año 2016, cuando se convierte en la pareja oficial de Anthonie Bourdain, en ese entonces el megachef más famoso del planeta. Sus fotos se convirtieron rápidamente en las favoritas de la prensa rosa.

Nadie imaginó que aquello sería un mero aperitivo a lo que sucedería después. Porque al año siguiente, Argento juega su carta escondida y se convierte en la primera mujer en desenmascarar a Harvey Weinstein, el todopoderoso productor de Hollywood. En una explosiva entrevista publicada en la revista New Yorker, lo acusó de haberla violado en un hotel de Cannes cuando ella tenía 21 años. Su declaración fue el comienzo de una serie de denuncias sobre Weinstein y de muchos otros personajes dando origen al movimiento #MeToo, del cual Argento se convirtió en su líder natural.

Asumió su nuevo rol con ferocidad. No dudó en enfrentar a quien se cruzara en su camino, tildando de traidor o cómplice a todos los que no se sumaban a su causa con devoción. Para la historia está la forma como increpó a Meryl Streep por su supuesto silencio frente al tema. "El problema eres tú. Desprecio tu hipocresía", escribió en Twitter. También recordado fue su provocador discurso en el último Festival de Cannes: "Fui violada aquí por Harvey Weinstein en 1997. Este festival era su terreno de caza", dijo ante el estupor de los asistentes.

La vorágine en que estaba sumida su vida sufrió un golpe el 8 de junio pasado, cuando Anthonie Bourdain fue encontrado muerto en un hotel en Francia. Se había suicidado, al parecer producto de una depresión que arrastraba desde hace tiempo. Fue un impacto feroz no sólo para Asia Argento, sino también para todo el mundo por la influencia que tenía el afamado chef.

Pero el dolor de aquello sería comparable con lo que vendría después.

El 20 de agosto, el New York Times publicó una historia donde asegura que Argento pagó más de 300 mil dólares al actor Jimmy Bennet, luego de que éste la acusara de haberlo asaltado sexualmente cuando tenía 17 años (ella 34), lo que supone el delito de abuso a menores. O sea, la atraparon en lo que más detesta y condena. Una bomba de racimo que dejó a todos atónitos y tambaleando al #MeToo, que rápidamente la sacó de sus filas y de su rol de líder natural.

Bueno, pasar de la víctima favorita al acusado más detestable no estaba en los planes de nadie. Los sicólogos dirán que estamos frente a un clásico. El abusador abusado. El violador violado. Puede ser, pero eso no quita el asombro.

Otros sacan lecciones positivas de todo esto. Laura Kipnis escribió una columna notable en The Guardian donde confiesa que hay una parte de ella que se sintió aliviada con la noticia. "Todo lo que hemos escuchado en los últimos 10 meses es cómo las mujeres son abusadas por el sexo masculino, creándose una suerte de superioridad de género que sabemos que es falsa. Por eso, es bueno que nos recuerden que las mujeres pueden ser muy poco virtuosas también".

Puede ser. Pero de seguro que eso no era lo que tenía en mente Asia Argento cuando comenzó su cruzada con el #MeToo.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.