Movilidad en fiestas patrias



SEÑOR DIRECTOR

La preocupación de un número creciente de personas vuelve a estar puesta en cómo responderán las carreteras interurbanas y el aeropuerto Arturo Merino Benítez a la demanda que se producirá estos días.

Una preocupación que, por desgracia, ya viene siendo recurrente en fechas como éstas y que, sin embargo, no ha sido suficiente como para producir un cambio en el modelo de gestión de las obras públicas que permita responder con más eficacia a estas circunstancias.

No se trata de diseñar esta infraestructura para que se comporte con completa normalidad a estos eventos. Pero sí se podría adecuar la institucionalidad para que aporte mayor capacidad de anticipación y adaptación.

En este sentido, el Estado -en la figura de los ministerios de Obras Públicas y de Transporte y Telecomunicaciones- debiera no solo monitorear permanentemente la evolución de la demanda, sino también contar con un set de indicadores, asociado a la calidad de servicio a los usuarios, que alerten a tiempo sobre la necesidad de mejorar la infraestructura existente.

Y cuando tal alerta se active, entonces el Estado debiera echar mano a las iniciativas que tenga identificadas en un banco de proyectos a nivel nacional, los que ya cuenten con su respectiva evaluación social y algún grado de avance en su ingeniería.

Con estas medidas, más la constante incorporación de tecnologías que faciliten la gestión de tráfico y pasajeros, así como el fomento de otros sistemas de transporte público, quizás llegue el día en que estas fechas puedan ser motivo de descanso y felicidad de principio a fin.

Carlos Piaggio V.

Gerente de Infraestructura Cámara Chilena de la Construcción

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