Mujeres power

02 DE MARZO DEL 2018 TEMATICA DE GENTE CAMINANDO POR FUERA DE EDIFICIOS DE OFICINAL SANTIAGO, CHILE FOTO: LUIS SEVILLA FAJARDO PEATONES - TRANSEUNTES - BARRIO FINANCIERO - HABLANDO POR CELULAR - SANTIAGO

"Necesitamos abrir los establecimientos, pero también promover la asistencia en los sectores más vulnerables y que las madres quieran llevar a sus hijos al colegio, algo que en muchos casos no está ocurriendo. Solo así tendrán la libertad de retomar el empleo".



Versa el dicho que detrás de todo gran hombre hay una gran mujer. ¿Pero qué pasa cuando detrás de un niño o joven hay una gran madre?

Como buen fanático del fútbol, se me viene a la mente la imagen de la señora Alicia Zamora, madre de Iván Zamorano, conocida por sus célebres cazuelas, pero por sobre todo como referente de “mujer chilena” con empuje y tesón para sacar adelante a su hijo.

Deportistas, científicos, periodistas, ingenieros, defensores del medioambiente, artistas. Son tantas historias, conocidas y anónimas, que se tejen a diario en miles de casas chilenas, a partir de esas mujeres power, motores de sus hogares, que desde una posición invisible impulsan a nuestro país y economía.

Pero hay razones para preocuparse.

Detrás de las cifras de mayor participación femenina en directorios y la disminución de la brecha de ingresos entre hombres y mujeres -que se redujo en 7,7 puntos porcentuales entre 2019 y 2020 según el INE- se esconde una realidad que no es igual para todas.

Si bien el informe reveló un aumento en el salario de las mujeres en general durante el año pasado, esta fue solo la punta del iceberg. Ello, pues el indicador fue empujado por aquellas con mayor educación y más capacitadas. Al otro lado, hay un grupo de chilenas que no solo vivió un descenso de sus ingresos, sino una situación de abandono laboral y destrucción de empleo que llegó al 38% en aquellas con nivel primario de educación y del 18,2% en secundario.

Lo peor es que muchas de estas mujeres -por tener que dedicarse a los cuidados de sus hijos y hogares, e incluso por haber empeorado su salud mental en estos dos años de pandemia- no están retomando la búsqueda de empleo.

Lo señaló también el presidente del Banco Central, Mario Marcel, en su informe para el Senado sobre la situación económica de las mujeres realizado en julio: “desde el ángulo que se tome, de equidad de género, social, como riesgo de pobreza o económico con la recuperación de la economía chilena y la capacidad de crecimiento en el largo plazo, tenemos que preocuparnos de lo que está ocurriendo en el mercado laboral de las mujeres y de que las políticas públicas sean capaces de apoyar una reinserción laboral y reconocer el trabajo doméstico no remunerado”.

Y añadió que ejercicios contrafactuales revelaron que la carga adicional del cuidado infantil sobre el empleo femenino inducida por la pandemia y las medidas para contenerla, como el cierre de escuelas, puede haber reducido la producción total de EE.UU. en un 0,36% entre abril y noviembre de 2020, una señal de alerta para Chile.

Se trata de un tremendo desafío que debe ocuparnos a todos.

Y así como muchos nos hemos sumado a la causa de incorporar más mujeres a directorios, líneas ejecutivas y ámbitos técnicos, hoy gobierno, empresas y ONG tenemos el deber de preocuparnos -además- por la “otra brecha”, aquella que tiene a las mujeres vulnerables de nuestro país encerradas en sus casas, sin trabajar, con sus hijos fuera del colegio y los jardines infantiles, presas de una enorme desafección.

Desde la vereda de los incentivos económicos vale la pena considerar las recomendaciones de la Comisión para la Recuperación de los Empleos, del Ministerio de Hacienda, evacuada en agosto, de extender los subsidios al empleo, pagados directamente a las mujeres trabajadoras, durante 2022 hasta la recuperación del empleo a los niveles previos a la pandemia.

Así también es imperativo, pues sin cuidado de los hijos no es posible pensar en una vuelta al trabajo, lograr el retorno a la presencialidad de los colegios y jardines infantiles en todo el país.

Necesitamos abrir los establecimientos, pero también promover la asistencia en los sectores más vulnerables y que las madres quieran llevar a sus hijos al colegio, algo que en muchos casos no está ocurriendo. Solo así tendrán la libertad de retomar el empleo.

Por lo mismo, y por el impacto tremendo en las brechas educativas que tiene la intervención en primera infancia para los niños, es clave que se retome la discusión del kinder obligatorio, porque el ausentismo en los sectores vulnerables es crónico, alcanzando, incluso antes de la pandemia, el 50% de ausentismo.

Finalmente, y porque la mujer será el gran agente de cambio en el Chile que se viene, es importante poner en marcha acciones que las releven y empoderen en su rol como jefas de hogar de contextos vulnerables, en sus familias y en sus comunidades.

En Fundación Niños Primero junto a CLA Consulting y Simón de Cirene, hemos querido contribuir poniendo en marcha el Círculo de Mujeres Power. Se trata de empoderar en salud financiera, no violencia y educación inicial a mujeres vulnerables para que ejerzan liderazgos positivos en sus entornos, construyan comunidad y se conviertan en movilizadoras de transformaciones respecto a estas temáticas. Estamos sumando a todas aquellas empresas que, en el marco de sus iniciativas de género o ESG, quieren potenciar a este sector tan importante de la sociedad.

Ojalá esta iniciativa motive a más personas, compañías y líderes a hacer lo propio.

Hoy está amenazado el corazón de nuestra sociedad, la fuerza de la mujer chilena. No podemos estar ajenos.

*Matías Claro, Gerente general de Grupo Prisma.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.