Museos para hoy y para siempre…



Por Consuelo Valdés, ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio

Celebramos hoy un nuevo Día Internacional de los Museos, que se conmemora cada 18 de mayo. Hoy están cerrados ante este escenario inédito en nuestra historia. Nunca antes museos de todo el mundo habían permanecido sin público, sin sonrisas, sin miradas clavadas en sus vitrinas, sin expresiones de sorpresa, sin admiración por tantos bienes culturales y naturales que conservan y exhiben. Sorprenderse y maravillarse es comenzar a entender y entenderse; un museo es para cada uno un mundo nuevo en el cual descubre su propio mundo.

A pesar de la coyuntura, y su compleja situación económica, los museos no han dejado de acompañarnos en este confinamiento. Nos siguen invitando a seguir conociendo, aprendiendo, recordando, entreteniéndonos, a través de una enorme diversidad de plataformas digitales locales y extranjeras. Si bien han cerrado sus puertas físicas, no han abandonado su misión de ser instituciones al servicio de la sociedad.

Muchos museos se sostienen económicamente gracias al turismo local e internacional. En consecuencia, esta pandemia los deja en una situación muy frágil. Se han visto obligados a generar planes de contingencia con reducción de personal, de salarios, de gastos corrientes y a buscar fuentes alternativas de financiamiento. La Alianza Estadounidense de Museos (AAM), ya advierte que un tercio de las instituciones de este país no podrán volver a abrir si la crisis persiste. Y en Italia se estima que el sector museos podría perder muchos millones de euros este año.

A pesar de este oscuro panorama, gracias al esfuerzo de las trabajadoras y trabajadores de estos espacios, junto con resguardar sus colecciones, ya están trazando líneas y diseñando planes para cuando vuelvan a abrir sus salas. Estamos siguiendo también con atención países que van por delante de nosotros en este proceso, para generar las condiciones sanitarias necesarias y seguras y así poder volver a funcionar presencialmente.

El tema es cómo conseguir reencantar a la ciudadanía y que no tema volver a estos espacios. Al mismo tiempo, cómo fidelizar a los nuevos públicos que han surgido por la vías digitales durante este período de cuarentenas. Sabemos que cada día es más difícil asombrar a los niños, debemos estar atentos a sus códigos y narrativas digitales. Todo museo es trayectoria y proyecto, pasado y futuro, al igual que cada ser humano. Este período podrá servirnos para reflexionar y profundizar en cómo colocar la innovación al servicio de aprendizajes, más que en lucimientos estéticos o cognitivos, por muy legítimos que estos sean. Lograr que los museos sean espacios atractivos de “redistribución del conocimiento”, capaces de ofrecer oportunidades para acceder directa y amigablemente a colecciones de nuestro patrimonio, mitigando así brechas creadas por desigualdades sociales y educativas.

Como Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, tenemos la certeza que hay muchos desafíos y oportunidades en este sentido. Y nuestros museos, sus miles de funcionarios, ya han demostrado históricamente capacidad y resiliencia ante calamidades naturales y humanas.

Creemos profundamente en el papel central que tendrán los museos, así como los espacios culturales, luego del Covid-19 en la reconstitución del tejido social. Sin duda serán fundamentales para la recuperación de las relaciones tras el aislamiento. Porque es en el patrimonio donde nos identificamos en comunidad, y también donde nos encontramos desde la diversidad. Los museos también pueden funcionar como instituciones que curan o previenen nuestras cegueras.

Aprendamos de esta conmemoración de los museos y, simultáneamente, ojalá podamos sacar conclusiones del rol que debe ocupar la cultura en Chile. Que se entienda y reconozca el aporte que tiene hoy para el bienestar, salud mental y empleabilidad, pero también para lo que vendrá después en nuestro país.

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