Narcos mexicanos y droga en Chile

SEÑOR DIRECTOR

El jueves pasado, el fiscal nacional dio a conocer el último informe del observatorio de drogas en Chile. Los datos dan cuenta de un aumento de la producción de sustancias ilícitas y la detección de presencia de bandas criminales vinculadas a carteles mexicanos en el territorio nacional. Sin embargo, aún no escuchamos un diagnóstico integral de los factores que se encuentran en la base del problema. El abordaje tiende a ser deslocalizado de las tendencias globales y analizado como único caso.

En junio, Naciones Unidas dio cuenta del Informe Mundial sobre Drogas. En él da cuenta que en los últimos 24 años ha bajado en 40% la percepción de riesgo frente al consumo de marihuana en los más jóvenes y se destaca que el número de personas que consumen drogas en la escala global aumentó 22%. El informe también destaca que es de esperar que la enfermedad produzca la expansión y adaptación de los mercados de drogas en todo el globo. Ejemplos de ello es que, a juicio del mismo estudio, es probable que aumente el cultivo de marihuana en áreas rurales pobres, dado los efectos sociales del Covid; que existan más jóvenes disponibles para involucrarse en el negocio; que se diversifiquen las cadenas de suministro de drogas hacia Europa, involucrando a nuevos territorios, y que la dark web adquiera mayor protagonismo como mecanismo de venta y coordinación del mercado.

Los procesos advertidos por Naciones Unidas se dejan ver en el diagnóstico entregado por el fiscal nacional. Hoy es urgente comprender que la expansión del problema de las drogas y su tráfico no se explica solamente en la capacidad del control del Estado, sino que está relacionado con el consumo interno en los países, con factores sociales y dinámicas económicas de este comercio mundial.

Alejandra Luneke

Instituto Milenio de Investigación en Violencia y Democracia