SEÑOR DIRECTOR
El desarrollo de vacunas eficaces y seguras en tiempo récord nos ha permitido empezar a visualizar una salida a esta crisis; sin embargo, existen enormes inequidades que eclipsan este logro. Así, por ejemplo, de las más de 1.800 millones de dosis de vacunas administradas en todo el mundo, solo el 0,4% se ha aplicado en los países de ingresos bajos.
Las consecuencias de esta disparidad son claras: los casos de Covid-19 y las defunciones por esta enfermedad continúan siendo elevadas en el mundo, en un momento en que aparecen nuevas variantes que son motivo de preocupación.
Por ello, es fundamental que las personas no retrasen su vacunación: las vacunas disponibles en el país son seguras y eficaces. Si bien la duración de la protección que producen parece ser de varios meses, los estudios están indicando que es probable que el calendario de vacunación se modifique en el futuro, ya que pueden ser necesarios refuerzos. Algo normal en los programas de inmunización. No debe verse como un fracaso de la política, sino como una respuesta basada en evidencia a la nueva información.
La aparición de variantes del SARS-CoV-2 con mutaciones en sitios clave de la proteína de la espiga, la región por la que el virus se une a las células humanas y principal objetivo de la respuesta inmune, ha suscitado preocupaciones sobre si la inmunidad provocada por una infección previa o la vacunación será suficiente contra las nuevas variantes.
Por ello, no nos demoremos en vacunarnos, logremos completar pronto la vacunación de la población objetivo. Así será más posible esperar que disminuyan las nuevas infecciones y la emergencia de nuevas variantes.
Cecilia Sepúlveda
Médica inmunóloga
Profesora titular de la Universidad de Chile
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