“No ponga todos los huevos en la misma canasta”

Si tomamos como ejemplo los últimos 10 años, cualquier inversionista que hubiese estado invertido en el IPSA rentó un -2,3% promedio anual en pesos, mientras que una persona que estuvo invertida en algún instrumento que replique el índice del mundo o MSCI ACWI, rentó un +14,21% promedio anual en pesos.



Quizás, todos hemos escuchado en más de una ocasión que jamás debemos tener todos los huevos en la misma canasta, ya que si ésta se nos cae, es altamente probable que los perdamos todos o gran parte de éstos.

En las inversiones, este famoso refrán explica en simple lo que siempre tenemos que hacer y jamás obviar: Diversificar las inversiones, de manera de disminuir el riesgo del portafolio y ayudar a mejorar los retornos.

Parece algo obvio, pero en realidad no muchos lo hacen realmente. De acuerdo con un reciente estudio de JP Morgan, en promedio los inversionistas latinoamericanos invierten un 97,5% en su región, dejando solamente un 2,5% para inversiones fuera de ésta, ratificando el sesgo a invertir en casa o “Home Bias”.

Lo mismo ocurre a nivel local. De acuerdo con el último informe publicado por un diario local, a septiembre de 2020, un 86,4% de la exposición de los fondos mutuos chilenos fue en instrumentos locales, y sólo un 13,4% en instrumentos internacionales. Aun cuando subió cerca de un 3% la tenencia internacional en los últimos meses todavía representa una fracción baja en comparación con otros países.

Si tomamos como ejemplo los últimos 10 años, cualquier inversionista que hubiese estado invertido en el IPSA rentó un -2,3% promedio anual en pesos, mientras que una persona que estuvo invertida en algún instrumento que replique el índice del mundo o MSCI ACWI, rentó un +14,21% promedio anual en pesos (9,17% en dólares): o sea, ¡más de un 16% de diferencia cada año!

Sin pensarlo mucho, es natural que las personas queramos invertir en lo que conocemos o creemos conocer, pues nos da mayor tranquilidad y una sensación de seguridad, pero a su vez esto nos lleva muchas veces a limitar nuestras oportunidades.

Lo anterior no quiere decir que invertir en Chile sea una mala decisión y que tenemos que salir corriendo ni mucho menos, pero sí nos demuestra que no siempre lo cercano o lo conocido es lo mejor. Tenemos que pensar que gran parte de nuestros activos o actividades laborales o empresariales tiene por naturaleza “riesgo Chile”, es decir, nuestro trabajo, nuestro negocio de barrio, nuestra empresa o nuestra vivienda depende en gran medida del desempeño de nuestra economía, de manera que una buena forma de disminuir este riesgo es invirtiendo parte importante de nuestros ahorros en el exterior en instrumentos diversificados.

Muchos inversionistas tienden a creer que invertir en el exterior está solamente habilitado para las grandes fortunas de nuestro país, y que por lo tanto, no debiésemos gastar tiempo en buscar opciones de inversión directa.

La verdad es que en el pasado esto puede haber sido cierto, pero hoy en día existen diversas plataformas de muy bajo costo que nos permiten comprar instrumentos muy eficientes y baratos, como los ETF, por ejemplo, que cumplen a cabalidad con el principio de diversificar los capitales, lo cual nos permitirá reducir fuertemente el riesgo de nuestros portafolios y optar a mejores rentabilidades en el largo plazo, sin importar el monto de la inversión.

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