SEÑOR DIRECTOR
Este año Senda anunció la implementación de una política a 10 años en materia de prevención y tratamiento. Este programa establece metas claras para la reducción del consumo de drogas y perfecciona el sistema de medición, lo que permitirá evaluar su impacto, marcando un hito en la política de drogas en Chile. Sin embargo, hay que complementar este enfoque.
En primer lugar, sería importante incorporar el contexto social de quienes consumen drogas. Políticas que aseguren el acceso a la vivienda, un ingreso que permita la subsistencia de quien consume drogas y la de sus dependientes, así como la búsqueda y mantención de un empleo estable, han demostrado ser efectivas a nivel internacional. En esa línea, llama la atención que la responsabilidad de la política de drogas recaiga en el Ministerio del Interior y Seguridad Pública, ya que solo una perspectiva de salud pública permitiría implementar un enfoque integral.
Finalmente, no hay que olvidar el impacto que tienen las drogas lícitas como el tabaco y el alcohol en la salud de la población. Una alternativa para abordar este problema es mediante la política tributaria. Lo anterior no se reduce a la tasa impositiva en cuestión, sino que a implementar una estructura tributaria que reduzca el inicio temprano y disminuya el consumo problemático.
Florencia Herrera H.
MSc (c) en Adicciones, King’s College London
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