Nuevo gobierno y medio ambiente: acciones urgentes para un momento decisivo



Por Ricardo Bosshard, director de WWF Chile

En Chile, el tema ambiental ha estado presente en la agenda de prácticamente todas las presidencias luego del regreso de la democracia.

Desde el ex Presidente Aylwin, con la creación de la Comisión Nacional de Medio Ambiente (Conama) en 1990 y el envío de la Ley de Bases del Medio Ambiente, aprobada finalmente en 1994 con Eduardo Frei en La Moneda, hasta la Ley Marco de Cambio Climático ingresada por el Presidente Piñera en su segundo mandato, y que luego de un inédito proceso de consulta está a la espera de ser aprobada, la preocupación por el medio ambiente es un punto ineludible.

Por el momento en que le corresponderá asumir, el presidente electo Gabriel Boric deberá abordar un sinnúmero de temáticas socioambientales quizás con mayor urgencia y profundidad que cualquiera de sus predecesores. Los impactos de la crisis climática sobre un país altamente vulnerable a sus efectos, como lo es Chile; el manejo sustentable de los recursos naturales en un contexto de grandes demandas y presiones, así como la conservación efectiva de la naturaleza bajo las Áreas Protegidas, son algunos aspectos críticos en donde las decisiones de hoy tendrán una huella que podría extenderse por generaciones.

La ciencia nos advierte que nuestra oportunidad de reacción como seres humanos es cada vez más acotada frente a los impactos negativos sobre ecosistemas y comunidades. Por tanto, la acción climática y ambiental debe ser una estrategia de base, un eje integral sobre el cual se puedan desplegar los programas sociales, políticos y económicos.

Gabriel Boric iniciará su gobierno casi a la par con una década clave en estos ámbitos, donde el país debe implementar con decisión y premura una serie de acciones y medidas para alcanzar diversos objetivos y compromisos, tales como los de la Agenda 2030 de desarrollo sostenible de la ONU, la reducción de emisiones de 30% al 2030 o la meta global de proteger el 30% de los territorios y maritorios al 2030. También lo que se haga o se deje de hacer durante su administración repercutirá en metas de más largo aliento, como la carbono neutralidad de Chile para el 2050. Por tanto, no existe margen de error, ya que prácticamente el 50% de estos esfuerzos depende de lo que ocurra entre 2022 y 2026.

En este sentido, al Presidente Boric le corresponderá continuar con la delineación y puesta en práctica de una nueva visión de bienestar social y económico, apremiada por la recuperación económica post pandemia, en donde la sustentabilidad y la equidad se conviertan en los pilares para un desarrollo sólido y resiliente a futuras crisis.

Como WWF, durante la segunda vuelta presidencial entregamos a los comandos de los entonces candidatos una propuesta con algunos puntos relevantes para el próximo periodo. Entre ellos, destacamos la búsqueda de soluciones urgentes frente a la crisis hídrica con un enfoque integral, estratégico y de equidad; el impulso a una reactivación verde y azul de la economía, y comenzar a implementar a la brevedad posible todas las acciones que le permitan a Chile alcanzar la carbono neutralidad al 2050; entre ellas, la restauración de un millón de hectáreas de paisajes terrestres al 2030, con énfasis en bosque nativo.

Los desafíos sin duda son gigantes, pero se evidencia un reconocimiento de este diagnóstico por parte del presidente electo y su programa, así como también un respaldo técnico y científico sólido para abordar la tarea, si es que atendemos a sus equipos y asesores en el tema ambiental.

Como ONG de conservación basada en ciencia estaremos siempre dispuestos a colaborar con el gobierno –como lo hemos hecho desde el inicio de nuestro trabajo en Chile, en 2002- para que pueda tener éxito en estos grandes desafíos, y seguiremos contribuyendo al país en la búsqueda de soluciones concretas y efectivas a las urgencias ambientales que hoy nos apremian como sociedad.

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