SEÑOR DIRECTOR

Es notable la rapidez con que el Frente Amplio ha venido perdiendo esa aura que tanto entusiasmó a los desencantados con la política. La ruptura del "acuerdo administrativo" de la oposición para conducir la Cámara de Diputados es otra vuelta de tuerca. Guinda de una torta que comienza a oler mal. Divisiones internas, desacuerdo en casi todo, cada semana algún motivo para pedir público perdón, incapacidad de respetar la palabra empeñada, visitas entusiastas a asesinos de parlamentarios, la polera de Boric, descalificaciones inquisitoriales al resto.

Al decidir no votar por el DC Gabriel Silber para presidente de la Cámara, el Frente Amplio le abrió a Chile Vamos la oportunidad de votar por él, en conjunto con la ex Nueva Mayoría. O incluso, hasta ofrecer al resto de la oposición, o a parte de ella, un acuerdo igualmente "administrativo" para gestionar tanto la mesa como todas las comisiones de la Cámara. Nunca la derecha hubiera imaginado que alguien pudiera regalarle oportunidades tan inesperadas como sustanciosas; ante la opinión pública y en la gestión política.

A estas alturas, no se si el Frente Amplio puede evitar la burla y el ridículo, aun echando pie atrás. El rasgado de vestiduras contra la DC fue tan escandalizado y mediático, que si se arrepienten y reculan, son inevitables las acusaciones de inconsecuencia, oportunismo y proclividad a la pataleta.

En todo grupo puede haber un desubicado, un ignorante, un censor autoritario. Es lo que vio el diputado Auth en Florcita Motuda y se lo dijo en sala con contundencia y consecuencia democrática. Pero esta vez no fue Florcita. Fue la bancada en pleno del Frente Amplio la que salió con semblante inquisidor, a comunicar "urbi et orbi" su exabrupto autoritario. Así las cosas, comienza a verse como un espectáculo de dudosa calidad; y aun más dudosa capacidad para dar gobierno a algo.

Mientras la DC, el PR, el PPD y el PS hacen esfuerzos por rediseñar sus perfiles mirando al futuro, pareciera que el Frente Amplio se transforma en genuino heredero, corregido y aumentado, de quienes en tiempos recientes se caracterizaron por chapucerías, improvisaciones, radicalismos, descalificaciones y pugnas internas.

Óscar Guillermo Garretón

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