Política de niños

Imagen Universidad Catolica 24
Frontis de la Casa Central de la Universidad Católica.


Quedé con la impresión de que las elecciones en la FEUC no tuvieron gran repercusión en la prensa. Comprensible, porque -por mucho que sus dirigentes aparenten y vociferen- el gobierno de las organizaciones universitarias sigue siendo irrelevante en la vida de la gran mayoría de los ciudadanos. Pero nos guste o no, suelen ser las figuras que continuarán el camino de la política (incluso antes de alcanzar la suficiente madurez etaria e intelectual, como ha quedado demostrado últimamente), por lo que conviene echar al menos un vistazo a su comportamiento.

Y resulta que no es el mejor o lo que cualquiera esperaría de las nuevas generaciones. No sólo porque el tercer lugar lo haya obtenido una lista parodia denominada "N-Nulo" que proponía, entre otras genialidades, levantar un muro entre las facultades de Derecho y Comunicaciones. Supongo que sus promotores se deben encontrar súper creativos, pero lo cierto es que ya hace un par de años una lista más o menos igual ganó la presidencia de los estudiantes de Derecho en la Universidad de Chile y vimos pasar su gestión sin pena ni gloria.

Lo que realmente debería provocar algún grado de alarma (leve, por supuesto, atendiendo al acotado escenario electoral que supone la PUC) es el entorno de denuncias, acusaciones mutuas y funas, incluso con brigadas creadas ad hoc, que caracterizó al proceso, recurriendo a videos añejos, filtraciones y cualquier tuiteo o comentario antiguo en redes sociales para desacreditar a candidatos y candidatas.

Cierto que cada quien carga con lo bueno y lo malo que haya hecho en el pasado, pero –cual ciclistas urbanos- pareciera que (quizás convenientemente) los estudiantes se han ido convirtiendo en moralistas e inquisidores públicos, aferrados a un videíto o un comentario vertido en el medio de una fiesta y con un par de piscolas.

Obvio que no se trata de defender ni proteger a los abusadores, pero el hecho de que la política se convierta en una constante revisión de antecedentes en Google no hace más que reflejar la pobreza del debate y la instrumentalizada visión que determinados sectores tienen del votante.

Mención especial para lo mal que le fue a Solidaridad, ese engendro semi DC creado por niños culposos de la PUC, lo que no viene más que a ratificar que los centros en Chile están pasados de moda (y eso no es bueno).

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