Políticas públicas y educación



SEÑOR DIRECTOR

Si bien es prematuro sacar conclusiones categóricas sobre los aprendizajes que ha dejado la pandemia en materia de educación, es evidente que se han abierto espacios a una serie de innovaciones que incidirán positivamente en la formación de miles de jóvenes. Pero estas oportunidades se ven obstaculizadas por un marco de políticas públicas que van atrasadas respecto de la realidad, y que necesitan del empuje del Estado para su consolidación.

A su vez, en los programas de los candidatos presidenciales, tampoco vemos ideas que vayan más allá de lo conocido. Las propuestas son correctas, pero no suficientes para generar un impulso que permita adaptarse a los tiempos, acelerados por los cambios tecnológicos y sociales que la pandemia ha consolidado. Se ha hecho evidente que la innovación y desarrollo tecnológico, la flexibilización de la estructura curricular y la actualización disciplinaria de los docentes, son los motores para generar cambios cualitativos en la formación técnico - profesional en nuestro país.

Si bien los talleres prácticos son la esencia de la enseñanza técnica, ahora pueden ser complementados por la tecnología con simuladores, plataformas de aprendizaje activo y metodologías que permiten la evaluación y retroalimentación de forma atemporal, remota y personalizada.

Todos estos aprendizajes requieren de políticas públicas que lo posibiliten, en un esfuerzo conjunto entre Estado e instituciones de educación superior, contribuyendo así a dar un salto de calidad en el ámbito de la formación técnico profesional.

Kiyoshi Fukushi

Vicerrector académico Duoc UC

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