Prohibir los celulares en la sala de clases es una medida que mira al pasado

"Algunos participantes confían mucho en la tecnología y se encuentran con que no pueden 'sobrevivir' sin el teléfono móvil"


La Generación Z y la Generación Alfa son las que hoy están sentadas en las salas de clases, están compuestas por nativos digitales, y las habilidades de innovación y emprendimiento, junto a su preocupación por la sustentabilidad y el cuidado del planeta, son sus temas identitarios.

Estas generaciones tienen acceso a todo el conocimiento a través de un "clic", la red provee las respuestas a todas sus preguntas. El paradigma cambió, la sala de clases como el espacio de trasmisión del conocimiento se amplió a la red global, y eso desafía a los profesores y a las universidades como instituciones formadoras a buscar otras maneras para enfrentar el aprendizaje.

El debate tiene defensores y detractores. Los riesgos del uso de la tecnología son por ejemplo, la distracción, la inseguridad en la red y por supuesto el trasladar la relación cara a cara a la interacción en plataformas digitales donde se comparten historias para conseguir un "like" Sin embargo, diversas investigaciones (Mansell, 2005) (Einstein, 2014) han planteado que la tecnología le ofrece certezas a las personas, por lo tanto uno de los efectos problemáticos a los que se enfrentan estos niños, niñas y jóvenes, es el manejo de la incertidumbre.

El desafío de una buena educación es orientarse entonces a saber usar la tecnología para comunicarse y aprender. Existen estudios (Kuznekoff, 2013) (Callow y Orlando, 2013), que afirman que el uso selectivo de tecnología con estrategias pertinentes, abre oportunidades para el aprendizaje y especialmente para el desarrollo de habilidades.

Los teléfonos móviles están aquí, y llegaron para quedarse. Por ello, celebro que el Ministerio de Educación haya lanzado el Plan "Formando Ciudadanos Digitales", puesto que  es una medida que mira al futuro y que conoce las características de las nuevas generaciones.

Debemos considerar que estamos analizando la formación de jóvenes que ingresarán al mercado laboral a partir del 2030, ciertamente el aprender "de memoria" no es una de las destrezas que les ayudará a encontrar empleo en dicho momento, más bien la capacidad de manejar la incertidumbre, cómo incorporar la innovación y el emprendimiento y su forma de abordar la resolución de problemas serán el elemento diferenciador.

La realidad indica que la tecnología siempre gana, podemos intentar retrasar su uso con normas y prohibiciones, sin embargo ésta siempre logra superar esas barreras. Es por eso que debemos tomar medidas en torno a la seguridad en la red, y con el foco puesto en explotar todo el potencial que la tecnología tiene desde el punto de vista educativo. Este es sin duda uno de los desafíos más grandes que tendrán los nuevos profesores/as del mañana y por ende las universidades que los estamos formando hoy.

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