Puentes de Chile
SEÑOR DIRECTOR
Las cifras son alarmantes. Cuatro puentes caídos en menos de 10 días. De los 1.040 puentes a cargo del MOP, 14 están declarados en riesgo.
En este contexto surge la pregunta: ¿Por qué no estamos empleando tecnología para preservar y mantener la infraestructura pública del país?
El colapso de un puente tiene un elevado costo social y económico. Pone en riesgo la vida de las personas, afecta la conectividad y movilidad entre las regiones, el transporte de mercancías, y limita la capacidad de respuesta ante emergencias. Estos son motivos más que suficientes para incorporar programas de mantenimiento predictivo de estas estructuras.
Actualmente, mediante el monitoreo estructural es posible predecir la necesidad de mantenimiento, de modo que oportunamente se puedan hacer las reparaciones y no esperar el colapso para tomar medidas. No olvidemos que los puentes son estructuras, expuestas a las condiciones medioambientales, que lo van degradando con el paso del tiempo.
La solución es mucho más simple y económica que modernizar el sistema de concesiones como algunos plantean, y viene de la mano de la tecnología y la llamada Internet de las Cosas (IoT). Se trata de un sistema de monitoreo de vibraciones que mediante tecnología IoT, análisis y procesamiento de datos, permite hacer seguimiento permanente de su comportamiento e identificar tempranamente el daño, ayudando así a reducir los costos de mantención, pérdidas económicas y de vidas humanas.
Esperamos que en un plazo cercano, los más de 8.000 puentes que conectan Chile, puedan estar monitoreados para prevenir la repetición de tragedias como éstas.
Leopoldo Breschi G.
Ingeniero Civil Estructural
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