SEÑOR DIRECTOR:
Con asombro, el pasado miércoles vimos cómo un grupo de delincuentes vulneró las medidas de seguridad del aeropuerto más importante del país, para intentar un robo desde la losa.
Este hecho, que nos hace lamentar la muerte de un funcionario de la DGAC, evidencia que el crimen organizado opera con bandas fuertemente armadas dispuestas a todo y obliga a plantearnos mejores formas de planificar y desarrollar medidas acordes a las actuales circunstancias, especialmente las instituciones expuestas al riesgo.
Urge, como medida inmediata, redoblar los patrullajes por el perímetro del aeropuerto y reforzar, con más personal, los controles de ingreso en las puertas de acceso. También revisar los protocolos que prohíben a los vigilantes privados de las empresas de transportes de valores ingresar con sus armas de servicio a la losa de estos recintos. Entendemos que la protección de los aeropuertos recae exclusivamente en la DGAC, pero es necesario actualizar esa normativa buscando el trabajo en conjunto con otras instituciones.
Necesitamos analizar cómo y dónde implementar zonas de estanco en los aeropuertos del país y que estén en lugares de acceso restringido y que no sea posible ver las operaciones de carga y descarga de remesas de dinero desde el perímetro. De lo contrario, los delincuentes seguirán identificando los puntos débiles para luego planificar y atacar, tal como lo hicieron hace unos días.
Es imperativo avanzar en los procesos de mejora continua y la necesaria coordinación entre los organismos públicos y privados para la generación de mejores medidas de seguridad.
Aldo Vidal
Asesor Técnico de la Asociación de Empresas de Seguridad Privada y de Transportes de Valores
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