Recaudación y gasto



SEÑOR DIRECTOR

Mucho se discute hoy sobre qué hacer para recaudar más recursos que permitan enfrentar las imperiosas necesidades que la pandemia acarrea. Estoy plenamente de acuerdo y consiente de esa necesidad. Sin embargo, creo que la discusión respecto de la eficiencia del gasto público está en deuda.

Mis más sinceros reconocimientos merece a este respecto el estudio de la Fiscalía Nacional Económica denominado “Estudio de Mercado sobre Compras Públicas”, evacuado a fines del año pasado. En él, aparecen cifras alarmantes, que dan cuenta de cómo es que en un 25% de las licitaciones públicas allí analizadas postuló un solo oferente y que en el 40% de ellas participaron dos o menos oferentes. Se trata, por ende, de 2,4 billones de pesos que en los últimos tres años se gastaron en licitaciones en las que existían dos o menos competidores. Sobran mayores comentarios.

¿Cumplen esas licitaciones con el fin de que el Estado adquiera bienes y servicios al menor costo posible? Discutible, por decir lo menos. ¿Se han tomado acciones concretas y drásticas para atacar este grave problema? Espero que sí, y que sus frutos los veamos lo más pronto posible.

Como es lógico, centrar todos los esfuerzos en recaudar, sin tener al mismo tiempo el cuidado de invertir debidamente lo recaudado, constituye un atentado en contra de quienes más necesitan la ayuda del Estado.

Gerardo Ovalle M.

Abogado

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