Reforma notarial y registral



SEÑOR DIRECTOR

El 7 de septiembre se dio cuenta en la Comisión de Constitución del Senado de la recepción de una carta suscrita por 143 profesores y profesoras de Derecho, cuya cifra hoy es de 156. En esa carta se plantean varias inquietudes sobre el proyecto de reforma al sistema notarial y registral que el Ejecutivo ha impulsado con fuerza, pero sin ponderar los riesgos que afectarán al registro inmobiliario (complicando el acceso a la vivienda) ni atender a los problemas sustantivos que, desde antaño, se han suscitado en la doctrina, la jurisprudencia y entre los mismos conservadores de bienes raíces por la diversidad de criterios.

Pese a que algunas innovaciones son bienvenidas, se plantearon como problemas serios del proyecto, entre otros, la falta de diferenciación entre la actividad notarial y registral, la delicada incorporación de las tecnologías en los registros, la ausencia de un catastro inmobiliario para crear el “folio real”, la deficiente protección de datos personales, la duplicidad -y nula reglamentación- de varios registros y un sistema defectuoso de fiscalización.

Por su parte, los problemas de fondo no son tratados. No se alude a una mejora en la calificación registral, tampoco un rediseño del sistema recursivo, no se define el alcance de la prioridad registral ni del principio del tracto, por señalar algunos.

Esta es una oportunidad para solucionar las problemáticas que han aparejado dificultades en torno a las titularidades inscribibles. Podría avanzarse mucho más. Pero para ello se necesita diálogo y una legislatura meditada y consciente de que en esta materia están en juego la fe pública de los actos formales y el derecho de propiedad de la ciudadanía.

Carmen Domínguez Hidalgo

Marco Antonio Sepúlveda Larroucau

Carolina Schiele Manzor

Ramón Domínguez Águila

Profesores de Derecho Civil, en representación de 156 profesores y profesoras de Derecho

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