Relaciones con Bolivia



SEÑOR DIRECTOR

En relación a la carta que publicara Eduardo Rodríguez Guarachi, comparto la prioridad de nuestra política exterior de promover las relaciones vecinales a fin de estrechar los vínculos bilaterales en todos los ámbitos. Ha sido la postura permanente de Chile, pero cabe recordar que Bolivia rompió unilateralmente las relaciones diplomáticas, por lo que cualquier interés en su reanudación corresponde sea expresado por Bolivia.

La nota en comento “declara la existencia de un conflicto histórico que se debe enfrentar con visión de futuro y soluciones imaginativas”. La afirmación me parece altamente temeraria. Chile no tiene ningún conflicto, deuda o negociación pendiente con Bolivia, de ninguna clase, sin perjuicio de respetar como una cuestión aspiracional su pretensión marítima. Ello después de lo resuelto por la Corte Internacional de Justicia en 2018 en un contundente fallo inapelable que rechazó todas y cada una de las alegaciones invocadas. La sentencia del más alto tribunal de Naciones Unidas sepultó así definitivamente dicha aspiración, con el efecto jurídico de cosa juzgada, respetando la plena vigencia del Tratado de Paz y Amistad de 1904, válidamente celebrado, que fijó los límites entre ambos países.

Chile no puede revivir en el siglo XXI procesos fenecidos en desmedro de su integridad territorial que nos desgastaron infructuosamente a lo largo del siglo XX. Sí puede promover una política de buena vecindad e impulsar los intercambios comerciales, la cooperación fronteriza y profundizar la complementación económica, evitando alimentar falsas expectativas y repetir los errores del pasado.

Nelson Hadad Heresy

Académico y ex embajador de Chile

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