Repudio a la violencia

Foto: AgenciaUno


SEÑOR DIRECTOR

Un muerto más en La Araucanía, el cabo de Carabineros de origen mapuche Eugenio Sebastián Naín Caniumil, quien con solo 24 años de edad y cumpliendo sus funciones, fue cobardemente asesinado la mañana de ayer por un grupo radical que a través de las armas se arroga una causa mapuche que no les pertenece.

Como abogado y mapuche, orgulloso de mis raíces, adhiero al dolor de su familia y de toda nuestra región que se sigue desangrando. La gran mayoría del pueblo mapuche, al igual que Eugenio, solo queremos paz, trabajamos para un mejor futuro para nuestras familias y nos sentimos araucanos igual que todos quienes habitamos esta hermosa tierra.

Es nuestra obligación como sociedad aislar a los violentistas. Ellos no quieren diálogo ahora ni mañana, su negocio es la violencia y el terror. No podemos seguir de rodillas ante un grupo minoritario, que por lo demás decidió por voluntad propia actuar al margen de la ley y de las herramientas que entrega la democracia.

Es momento que pensemos en los hijos de Eugenio, en los hijos de Pedro Cabrera, también asesinado hace unas semanas en Collipulli, y por nuestros propios hijos y el futuro que les queremos heredar en La Araucanía.

Que nuestros puntos de encuentro nos hagan avanzar y en el desencuentro seamos capaces de dialogar y consensuar posiciones.

Si el Estado es incapaz de entregarnos la paz, debe tomar la iniciativa la sociedad civil organizada, bajo el principio base de aislar y repudiar la violencia venga de donde venga, sin matices ni justificaciones.

Juan Pablo Lepín

Director Ejecutivo

Multigremial de La Araucanía

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