Rotación en el servicio público



SEÑOR DIRECTOR:

Rosario Martínez fue la décima persona en salir de la Dirección del Sename en los últimos 15 años. Con independencia de las causas, los datos dan cuenta que la estabilidad promedio de sus directores es de 19,7 meses en el cargo.

A pesar de ser este un cargo cuya selección compete a la Alta Dirección Pública, así como en tantos otros, el Presidente de la República cuenta con atribuciones para su remoción a discrecionalidad. En efecto, sucesivos gobiernos continúan valiéndose de sus vínculos de afinidad y parentesco para distribuir rentas y prestigio entre los suyos por la sencilla razón de que pueden hacerlo. Dado que es través de las leyes que solemos establecer los márgenes de acción de las funciones públicas a fin de evitar descansar en la integridad moral de las personas para el correcto “habitar” de sus respectivos cargos, no se entiende que, como ciudadanos, sigamos permitiendo estos niveles de rotación y designaciones a dedo en el servicio público.

Reformar el régimen del empleo público para delimitar las funciones de gobierno de las del servicio civil ciñendo este último a estrictas consideraciones de mérito, no puede seguir esperando si queremos recobrar la confianza en nuestras instituciones pues, como hemos visto gobierno tras gobierno, la probidad en el ejercicio de lo público no es patrimonio de ninguna generación, sino más bien un problema de diseño institucional.

En Pivotes nos propusimos poner en foco estos desafíos para impulsar las políticas públicas e iniciativas privadas que las enfrentan, y orientar un nuevo proceso constitucional a habilitar sus soluciones.

Rafael Palacios

Red Pivotes

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